Carta de Patricia Ariza
Corporación Colombiana Popular
Al Encuentro Nacional de Artistas Populares "Carlos Lugo"
Compañeras y compañeros artistas y trabajadores de la cultura en el Encuentro Nacional de Artistas Populares: Cabildo de la Cultura, reciban un saludo fraternal de la Corporación Colombiana de Teatro y del movimiento artístico y teatral que se encuentra en la Expedición Cultural por el Éxodo, el Festival de Teatro Alternativo, el Festival de Mujeres en Escena, encuentros que convocamos en la Corporación Colombiana de Teatro y realizamos en nombre del trabajo artístico y cultural por la paz y la solución política de conflicto.
Vivimos hoy en nuestro país un formidable renacimiento de las luchas ciudadanas. Y como los vemos cada día en las calles con el rico y amplísimo movimiento estudiantil, son luchas que se enriquecen con los lenguajes del arte, con la creatividad de los cantos, las comparsas, la plástica, la teatralidad, el humor y la poesía. Una lucha que no solo le ha ganado una primera partida al gobierno nacional al obligarlo a sentarse a negociar una ley de educación con el movimiento universitario; también este movimiento y su lenguaje e inventiva, se ha ganado la simpatía popular para que todos y todas nos vinculemos a la lucha por los objetivos de los derechos universales: por una educación y una salud públicas gratuitas y de calidad, para todos y todas. Y a quienes trabajamos en el arte y la cultura, este movimiento igualmente nos señala la necesidad de ganarnos el derecho universal a la cultura, a la creación y al arte y a la gratuidad del acceso al arte y la cultura.
Compañeros y compañeras, nuestra labor como artistas tiene muchísimo que aportar a la conquista de los objetivos de las luchas sociales, y,muy especialmente, al logro colectivo de la paz.
Y les digo esto hoy que nos es claro ver queel conflicto que vivimos no es sólo un conflicto social y armado. Es también un conflicto cultural. Si miramos la televisión vemos cómo la guerra se ha tomado las telenovelas, la ficción se ha militarizado. Los héroes y las heroínas del melodrama televisivo son ahora los militares. Así el poder busca militarizar nuestros corazones y nuestra imaginación. La guerra cultural es un viejo paradigma de la dominación imperial que ha llevado los delirios de la guerra imperial hasta las galaxias cinematográficas. Hoy, en nuestro país, esa estrategia de militarizar el sentimiento y la imaginación a través de la ficción y el arte de consumo masivo, los grandes medios nacionales laestán aplicando a fondo,con el objetivo de ganarse la mente y los corazones de la gran ciudadaníapara la guerra, y para la fe en el absurdo ilógicode que la paz se consigue por la guerra. Del mismo modo, los dramaturgos del poder mediático tratan la realidad noticiosa como una falsa ficción: no dudan en aplicarle a las noticias de la vida personal y colectiva la misma lógica narrativa de la ficción, presentando esa ficción como la realidad. Así, los grandes medios utilizan la ficción para ocultar y mentir, para tergiversar y engañar y dominar. De modo absolutamente contrario,el arte, y nosotros y nosotras artistasen nuestro trabajo creativo, ficcionamos para inventar imágenes y metáforas que nos permitan comprender mejor la vida, para ver lo que se oculta, para ganar con la imaginación y la sensibilidad espacios de lucidez y libertad que nos iluminen en nuestro actuar.
La paz en nuestro país nos es sólo un deseo y una necesidad, la paz en nuestro país es posible. Pero no por la violencia y la guerra y el intento de eliminar al adversario -ese camino es el camino contrario de la paz, es el camino para dilatar más la guerra; un camino que nos hunde en más años de dolor, de destrucción, de miseria, de muerte-. La paz sólo es posible por el camino del diálogo, de la razón, de la creatividad.
El arte colombiano nos ha mostrado en varias de sus creaciones memorables que la guerra y la violencia han sido una estrategia de dominio y expropiación y de extermino de los adversarios. Así, podemos decir que en Colombia no hay desplazados porque hay guerra, sino que hay guerra para que haya desplazados, para despojar al campesinado de la tierra. Es como si los años de la conquista europea no hubieran terminado: quiénes nos imponen esta guerra se niegan a su solución política porque les favorece la violencia como estrategia de expropiación, de enriquecimiento y de poder y dominación.
Pero el arte también nos ha mostrado esa historia como una historia de luchas y de resistencia popular formidable: Cien años de Soledad nos cuenta en sus páginas centrales la narración de la huelga de las bananeras y de la infame matanza. Y el maestro Buenaventura escribió y montó con el TEC la obra La Denuncia, a partir de las denuncia que hizo en el Congreso de la República el líder Jorge Eliécer Gaitán de esa matanza de las bananeras. Y sobre esta herida histórica, en el teatro La Candelaria, montamos, a partir de la novela La Casa Grande, de Álvaro Cepeda Samudio, la obra Soldados. Luego hicimos Guadalupe Años Sin Cuenta, obra que nos muestra la gesta de un pueblo que se defendió y derrotó a un ejército y a unas élites criminales, y cómo, una vez las guerrillas liberales les habían derrotado, fueron traicionadas al negociar ingenuamente con esas élites: Guadalupe y sus compañeros fueron asesinados. Igual que le sucedió a la gesta de los comuneros y José Antonio Galán, relatada en otra obra: Nosotros los Comunes. Pero después de esa traición, a los pocos años, triunfó la primera independencia. Nuestra historia está atravesada por las traiciones. Y de ello hay que aprender. Pero también es una historia de triunfos. En el pasado Encuentro Campesino Afrodescendiente e Indígena por la Tierra y la Paz, estrenamos con Rapsoda Teatro, un nuevo montaje de Guadalupe Años Sin Cuenta; esta obra histórica está ahora a disposición de ustedes y del movimiento cultural y social del país.
Compañeros y compañeras, el arte y la memoria siempre nos han mostrado que los conflictos humanos, por más dilatados y enconados que hayan sido, encuentran su solución sólo por el diálogo y la creatividad.
Con todo mi cariño y toda mi admiración por todos y todas y por cada uno y cada una de ustedes,
Patricia Ariza.
Corporación Colombiana de Teatro
Festival de Mujeres en Escena por la Paz
Festival Alternativo de Teatro.
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