Carta Abierta al Pueblo
Colombiano
“Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para
cambiar lo que somos”.
Eduardo Galeano
Histórica jornada hemos vivido las y los colombianos durante los días 21,
22 y 23 de abril. La ciudad de Bogotá volvió a vestirse con los colores que
recorren la bella Colombia. Desde de los cuatro puntos cardinales el sonido de
tambores, arpas, gaitas, cuatros y zampoñas acompañó a las más de 80.000 almas
reunidas para proclamar el nacimiento del Movimiento Político y Social Marcha
Patriótica. La fuerza de la Esperanza se tradujo en paso, canto, poesía,
consigna, debate y propuesta, recogiendo el aporte decidido de las más de 1700
organizaciones que hemos resuelto construir desde la pluralidad y buscar la
unidad en medio de la diversidad.
El titánico esfuerzo realizado se ha materializado en el éxito de la tarea
cumplida: crear un espacio de participación y decisión para avanzar en la
construcción de un nuevo poder de corte popular, de un país soberano y en paz.
Horas y horas de trabajo conjunto han sido necesarias para sacar adelante este
proyecto colectivo; días de parcela descuidada, de comercios no atendidos, de
clases aplazadas en colegios y universidades, noches en vela y trabajo extra, sin otra retribución
que la alegría del que construye junto a su compañero y a su compañera un porvenir diferente. Largas
horas de viaje, de incomodidad, lluvia y sol son hoy gratificadas por la puerta
abierta hacia el mañana forjado en la decisión de conjugar permanentemente el
verbo construir. Un cálido y fraternal reconocimiento a cada hombre y mujer,
jóvenes y mayores, que en campos y ciudades, han rendido tributo a la
posibilidad de hacer de Colombia un país soberano, al riesgo de soñar, a la
fiesta de un mañana edificado desde la diversidad, la pluralidad, la vida digna
y el buen vivir.
Hemos sido las mismas organizaciones sociales y populares quienes nos hemos
propuesto cambiar la forma de hacer política, porque hace tiempo que nos
cansamos de reclamar y seguir marginados y marginadas de las decisiones; de
exigir respeto por nuestros recursos y ver cómo son entregados, por los
gobiernos de turno, al capital trasnacional sin el menor de los reparos.
Volcados al debate y a las calles, hemos demostrado una vez más que la política
no ha de estar confinada a los grandes salones. Nos cansamos de la política
fachada que con descaro, pretende ocultar el verdadero rostro de miseria que
campea en nuestro país. Estamos hartos de la democracia de mercado, donde nos
obligan a perder la condición de trabajadores, artistas, estudiantes, hombres,
mujeres, campesinos, intelectuales, indígenas, afrodescendientes y defensores
de Derechos Humanos, desplazados, prisioneros políticos, luchadores y
luchadoras para reducirnos al parco papel de clientes. Insistimos una vez más
en que no compramos ni vendemos la vida, los recursos, la dignidad de la patria
ni de sus habitantes.
Este primer paso, recorrido a lo largo de los dos últimos años pero forjado
milímetro a milímetro en la rica historia de las resistencias de Colombia y
Nuestra América, nos ha colocado en las puertas del porvenir. Es una construcción colectiva que nace de los
acumulados de lucha de las organizaciones sociales y populares refrendados en
el encuentro internacional por el Acuerdo Humanitario, la Marcha Patriótica por
la Segunda y Definitiva Independencia del 20 de julio de 2010 y el Encuentro
Nacional de comunidades Indígenas, Campesinas y Afrodescendientes por la tierra
y la Paz de Colombia realizado en agosto de 2011 en Barrancabermeja. Los
siguientes serán los pasos del fortalecimiento organizativo, en cada colectivo,
agrupación, organización social, popular y política, pero también la tarea de
generar espacios de movilización y de formular las propuestas que habremos de
ofrecer al conjunto del país. Salimos a preparar y construir los Cabildos
temáticos y sectoriales, a nivel local, departamental y nacional, a construir
propuestas surgidas de la creatividad en la lucha y la esperanza.
Como dijera el Libertador, la unidad es nuestra divisa y nos proponemos
construirla desde la base y con la más amplia gama de organizaciones amigas y
hermanas. Las propuestas de trabajo que estamos construyendo son para la
unidad, porque la cita que habremos de cumplir con la Historia es para el
conjunto del pueblo colombiano y a ella llegaremos juntando todas las
rebeldías.
La Patria Nueva se prepara para nacer en las calles, las fábricas, las
casas, las escuelas y los campos. Todos y todas las que hemos avanzado en la
Marcha hemos sellado nuestro compromiso por verla florecer. Esa alegría,
esperanza, decisión y convicción que ha mostrado el pueblo en Marcha es el
crisol del mañana. El abrazo de hermanos y hermanas llegue a cada rincón de la
patria para reconocer tanto empeño puesto en la lucha social por la Colombia
Soberana.
Hemos puesto en Marcha nuestro Corazón. Seguirá en Marcha la Esperanza,
para alcanzar en Marcha la Dignidad.
JUNTA PATRIÓTICA
NACIONAL
Mayo 7 de 2012
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