Pronunciamiento del movimiento
político y social Marcha Patriótica frente
a la formalización del inicio de diálogos entre la insurgencia de las FARC-EP y
el Gobierno nacional, tendientes a la búsqueda de una solución política al
conflicto social y armado:
Frente al anuncio del
presidente Santos acerca de la formalización del inicio de diálogos entre la
insurgencia de las FARC-EP y el Gobierno nacional, tendientes a la búsqueda de
una solución política al conflicto social y armado declaramos:
1.- Manifestamos
nuestro decidido y pleno apoyo a este importante esfuerzo que, de prosperar,
puede conducir a la sociedad colombiana por cauces distintos a los del
despeñadero de la guerra que durante más de cinco décadas se le ha impuesto al
pueblo colombiano por las clases dominantes. Desde su inicio, Marcha Patriótica
ha expresado su compromiso ético y político con las demandas de las gentes del
común y de los más amplios procesos sociales y populares por una solución
política al conflicto social y armado y por la paz con justicia social.
2.- Considerando el
carácter histórico y la naturaleza social del conflicto colombiano, Marcha
Patriótica estima que su solución no se limita exclusivamente a acuerdos entre
las partes comprometidas directamente en la contienda militar. No hay solución
política o acuerdo de paz posibles, sin afectar las condiciones estructurales
que generan el conflicto y hacen que éste se reproduzca. Y eso es un asunto que
le compete a la sociedad colombiana en su conjunto y, en particular, a las clases subalternas que durante cerca de
dos siglos de vida republicana han sido excluidas y despreciadas. Por ello,
exigimos que los diálogos se lleven de cara al país y garanticen la más amplia
participación de los diversos estamentos de la sociedad colombiana. Como
movimiento político y social de las gentes del común declaramos nuestra
intención de vincularnos activamente a los diálogos y de contribuir a su
desarrollo exitoso con nuestras propuestas e iniciativas. En ese sentido,
demandamos la participación directa de Marcha y del movimiento popular en la
mesa de negociación.
3.- Cualquier esfuerzo
serio de paz lo concebimos de la mano de la justicia social que, en las
condiciones actuales, consiste en la definición de las vías y los mecanismos
concretos para llevar a cabo las transformaciones políticas, económicas, sociales
y culturales, que exige la sociedad colombiana. Nuestra Plataforma Política es
expresiva del sentir y de las propuestas de más de dos mil procesos
organizativos sociales y populares y tiene la aspiración de recoger las
principales demandas de la población colombiana en la etapa actual. Llamamos a
estudiarla, acogerla, difundirla y a aprovechar los escenarios de diálogo, como
uno de los lugares que le dan sentido y oportunidad a nuestras demandas.
4.- Comprendemos que
las posibilidades reales de una solución política y, más aún, de las
transformaciones que requiere el país no resultan de concesiones graciosas de
las clases dominantes o incluso de los acuerdos entre las fuerzas militares en
contienda. Su materialización depende de la capacidad que puedan desplegar los
sectores sociales y populares para contribuir a cambiar el balance político y
de poder, derrotar y aislar a los sectores militaristas y de ultraderecha y
dejar atrás la idea de una victoria militar o de una rendición. Y sobre todo,
de la construcción de movimiento y de la más amplia movilización y unidad del
pueblo colombiano. Por ello, reiteramos nuestro llamado a marchar conjuntamente
los caminos de la unidad con las diversas expresiones políticas y todos los
procesos sociales y populares que impulsan sectores democráticos y
revolucionarios.
5.- En el entendido que
el anuncio del difícil camino del diálogo no representa el fin del conflicto y
de la confrontación social, convocamos, por una parte, a la apropiación social
de la solución política y de la paz con justicia social, dando continuidad a
las iniciativas de las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes,
así como de otros sectores sociales y populares, a través de la preparación y
realización de Constituyentes regionales y sectoriales que confluyan en la
realización de una Asamblea Nacional de constituyentes regionales y
sectoriales. Las Constituyentes representan la posibilidad de despliegue y
concreción de la potencia del poder constituyente autónomo y popular para dotar
la idea de solución política con contenidos expresivos del sentir, de las
necesidades y de las demandas de las gentes del común. Por la otra, llamamos a
participar activa y creativamente en el Paro Nacional por la soberanía, la
tierra y el territorio, contra el modelo económico, el próximo 12 de octubre,
Día de la Dignidad. El paro es la expresión de nuestro ¡Ya basta! a la política
neoliberal impuesta por las clases dominantes, que aspira además a seguir su
curso con una agresiva agenda legislativa. El paro es la vez la manifestación
de nuestro deseo por la solución política y la paz con justicia social. En las
constituyentes y en el paro queremos juntar todas las rebeldías presentes en
nuestro pueblo. A ello exhortamos.
6.- La trayectoria histórica de nuestro país
enseña que diferentes iniciativas de diálogo y negociación han estado sometidas
al permanente asedio y al continuo saboteo, así como a la estigmatización de
quienes como nosotros han alentado y alientan la idea de la paz. Aprovechar la
oportunidad de sentar las bases para construir un país distinto, incluye de
manera inevitable garantías plenas para el libre ejercicio de la política y
ello empieza por desmilitarizar la comunicación y el lenguaje, tarea en la cual
altos funcionarios públicos y de gobierno, así como medios de comunicación
están llamados a la mesura. Resulta inaceptable que movimientos como Marcha
Patriótica y sus voceros sean señalados permanentemente apelando a las caducas
retóricas de la guerra fría y de las teorías de la seguridad nacional.
7.- Declaramos nuestra
complacencia por las diferentes expresiones de diversas instituciones,
organizaciones y Estados que conforman la comunidad internacional en el sentido
de saludar y acompañar el inicio de diálogos entre las FARC-EP y el Gobierno
nacional. Tales expresiones indican el indiscutible interés por contribuir a
una salida política. Llamamos a la más amplia solidaridad internacional, a
todas las organizaciones políticas y sociales que en otras latitudes así lo
consideren, a acompañar y contribuir a proteger este valioso proceso que puede
producir los cimientos para una ruptura histórica hacia la paz duradera que
anhela el pueblo colombiano.
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