En el
Catatumbo, miles de campesinos han salido a protestar contra la erradicación de
los cultivos ilícitos y pedir la creación de una Zona de Reserva Campesina. El
conflicto ha escalado y ya ha habido cuatro muertos.
Lucho
Garzón, el Consejero de Santos para el diálogo social, le dijo ayer a El Tiempo
que "había logrado un nivel fuerte de confianza" con los campesinos
del Catatumbo que están liderando las protestas contra el Gobierno y se mostró
optimista frente al desenlace de las conversaciones que continuarán hoy. Sin
embargo, una percepción diferente se siente del otro lado de la
protesta. La Silla Vacía entrevistó por teléfono a Olga Quintero, líder de
la Asociación de Campesinos del Catatumbo, que ha estado al frente de la movilización
en esta región, y esto fue lo que dijo.
La Silla
Vacía: ¿Qué están buscando ustedes con esta protesta?
La atención
del gobierno porque históricamente la región del Catatumbo ha sido abandonada.
Nosotros hicimos una serie de acuerdos con el gobierno hace cuatro años y no
nos han cumplido y queremos que nos cumplan.
¿Cuándo se
hicieron esos acuerdos?
Se hicieron
en el marco del Campamento de refugio humanitario hace cuatro años, en abril de
2009, por la crisis humanitaria que se vivía en la región. Dijimos no nos
desplacemos, llamemos más bien la atención del gobierno y busquemos
conjuntamente una solución a esas problemáticas. El 28 y 29 de agosto de 2009,
mil campesinos participamos, 150 juntas de acción comunal, el gobernador del
departamento, alcaldes de municipios, personeros, un delegado de
Minagricultura, la Procuraduría, la Defensoría del Pueblo. Estuvo bastante
concurrido por el gobierno.
¿Y qué
acordaron?
Crear la
mesa de interlocución donde nos íbamos a reunir siempre campesinos y gobierno.
Se acordó trabajar en cuatro aspectos: la crisis humanitaria y la violación de
los derechos humanos; trabajar en la creación de la zona de reserva campesina;
recursos naturales y medio ambiente porque hay una serie de empresas que
están interesadas en extraer carbón a cielo abierto y nuestra vocación es
agrícola. La explotación minera solo le ha dejado ganancias a las empresas; y
un cuarto punto, que es la economía campesina y los cultivos de uso ilícito,
que requiere un tratamiento social y económico, generar propuestas alternativas
sustitutivas.
¿A qué se
comprometió el Gobierno?
En diciembre
de 2011, el Gobierno firmó un convenio por 350 millones de pesos donde nos
financiaban todos los estudios técnicos para hacer la delimitación de la Zona
de Reserva Campesina, la consulta con los campesinos y elaborar un plan de
desarrollo alternativo que la pudiera sustentar. Cumplimos con todo. Incluso el
30 de marzo de 2012, en Tibú, hicimos una asamblea con el Incoder, que era el
último requisito necesario para la declaración de la Zona de Reserva.
Participaron 1500 personas, las juntas de acción comunal, los alcaldes, la
gobernación, la subgerente de tierras del Incoder Jennifer Mujica. Hubo una
participación muy amplia. Ha pasado más de un año y solo falta que se reúna la
junta directiva del Incoder para la declaración de la Zona de Reserva
Campesina.
"El Gobierno nos da más de mil millones para
hacer los estudios para la Zona de Reserva Campesina y ahora no nos
reconoce la figura". – Olga Quintero
¿Qué comprendería esa Zona?
La Zona de Reserva Campesina que estamos pidiendo son
siete municipios, no en su totalidad, sino algunas veredas. No nos vamos a
meter donde no tenemos trabajo con los campesinos. El 70 por ciento de los
municipios están en reserva forestal, hay dos resguardos indígenas. Este año el
Gobierno nos financió un proyecto de 730 millones de pesos para el estudio de
sustracción de reserva forestal, para que sea zona de reserva campesina.
Estamos pidiendo que se declare la Zona de Reserva Campesina de Tibú.
¿Y qué dice ahora el gobierno?
Que el tema no lo va a tratar y que eso está ligado a
la Habana. Nosotros decimos que no. Las Zonas de Reserva Campesina no son
iniciativa de las Farc. Esto se logró en los años 90 y ahora no se quiere
reconocer esa ley. Lo que estamos pidiendo es que se nos reconozca y se nos
cumpla la ley.
¿O sea que el gobierno les dio plata para que
surtieran los pasos previos para la declaratoria de la Zona de Reserva
Campesina y ahora les dice que no se puede?
En este momento están nuestros voceros en Tibú en la
discusión de metodología porque los del Gobierno dicen que no lo van a
discutir. Nos dan más de mil millones para hacer los estudios y ahora no nos
reconocen la figura. Además nos tildan de guerrilleros.
Ha quedado la impresión de que se está tratando de
conseguir por la vía de esta protesta lo que no se ha logrado en la mesa en a
Habana.
Totalmente en desacuerdo. Una cosa es lo que haga las
Farc y otra cosa es lo que a los campesinos nos motiva y nos obliga a
movilizarnos. Claro que estamos infiltrados pero por la falta de atención del
gobierno, estamos “traspasados” pero por la falta de vías, la falta de vías
para poder cultivar comida. De eso sí estamos infiltrados.
¿Cuál es la participación de las Farc en esta
protesta?
Ninguna. Esta movilización es totalmente
campesina. Se ha dicho que estamos infiltrados. La policía si se
infiltró. Hay fotografías de policías de civil, en las fotos se ven los escudos
de la policia, estaban disparando. Esa guerra sucia nos costó la muerte
de cuatro campesinos: uno que vendía pollos, otro padre de familia, gente del
pueblo, campesinos jóvenes. Yo me hago la siguiente pregunta: si la guerrilla
tiene16 mil personas en la protesta, entonces tienen un poder muy berraco. El
gobierno se contradice porque dice que la guerrilla está derrotada pero ve
guerrilla por donde quiere que vaya.
¿Entonces, la movilización es por la Zona de Reserva
Campesina y no por la erradicación de cultivos?
La necesidad es que se declare la Zona de Reserva
Campesina y si se aplica el Plan de Desarrollo que hicimos le podemos dar otra
vía a los cultivos ilícitos. Le hemos propuesto al gobierno en años anteriores
un proyecto de sustitución gradual de cultivos, que se hiciera un experimento
por dos dos años de manera gradual. Era factible.
¿No se hizo el experimento?
El gobierno no aceptó esa propuesta. Nos contestó que
para eso estaban las familias guardabosques, las familias en acción, los
jóvenes en acción. Pero esas propuestas son asistencialistas. No
necesitamos asistencialismo, sino poder producir y no depender de una
mensualidad. Necesitamos es poner a sembrar la tierra.
Desde su perspectiva, entonces, ¿no ha funcionado el
programa de Consolidación del Gobierno?
Ese es otro tema. No estamos de acuerdo con el Plan de
Consolidación a través de campañas cívico- militares. Dicen que han
invertido 3 mil millones de pesos en consolidación, pero yo no veo qué tantas
obras han hecho, salvo el alcantarillado en la Gabarra, que ahora se les inunda
más que antes. ¿Que decimos? Esa plata no la debería manejar el Ministerio de
Defensa, sino los otros ministerios.
¿En qué han consistido esas campañas cívico-militares?
Por ejemplo en el colegio de la Gabarra, el Ejército
hace actividades como jugar fútbol con la población; campeonatos de fútbol con
los profesores; son actividades que ponen en riesgo a las comunidades; hacen
manicure, pedicure, jornadas odontológicas. Yo no creo que eso le corresponde a
las Fuerzas Militares, sino al Estado tener una política de salud.
"Queremos llevar la muerte de los cuatro
compañeros a cortes internacionales porque tenemos videos que muestran que
Ejército y Policía dispararon a la gente". – Olga Quintero
¿Más allá de las diferencias, está avanzando la
negociación con el Gobierno?
Ha estado complicada, pero no puedo dar una conclusión
todavía. Van tres reuniones en el día. Nosotros proponemos entablar la mesa de
interlocución que legitimamos hace tres años. Que se haga de manera permanente
hasta agotar los temas que proponemos, con cuatro mesas de trabajo: la Zona de
Reserva Campesina y proyectos de plan de desarrollo; el tema de la suspensión
de la erradicación de cultivos ilícitos y los programas de sustitución. El
tercer punto es llevar la muerte de los cuatro compañeros a cortes
internacionales porque tenemos material probatorio, videos que muestran que
Ejército y Policía dispararon a la gente.
¿Por qué pidieron ustedes la interlocución de
congresistas como Iván Cepeda y Gloria Ramírez?
Interlocución no. Lo que pedimos fue garantes en la
mesa, y esos garantes no son solo Iván, sino también Ángela María Robledo y
Jael Quiroga, de la Consultiva de la Onu. El 19 de junio nos intentamos reunir
con el gobierno, y llegaron los generales Palomino y Marcolino Tamayo. Los
campesinos no aceptamos eso.
¿Por qué no aceptar que los militares pueden hacer
presencia en todo el territorio?
El
tema con el Ministerio de Defensa es erradicación, plan de consolidación y
derechos humanos. No aceptamos al general Marcolino porque refiriéndose a
nosotros dijo esa ong proclive al terrorismo. No dijo nuestro nombre pero
nos está señalando porque estamos impulsando la declaración de la Zona de
Reserva Campesina. Los campesinos dijimos que no porque así instan a los
paramilitares y a los militares para que nos persigan. Una razón más para no
sentarnos con ellos es la orden que dieron de dispararle a los campesinos.
¿No le preocupa que se esté agravando la situación
humanitaria?
Desde las veredas nos están abasteciendo. Las juntas
de acción comunal nos están haciendo llegar comida, carne, aportes para
podernos mantener. En Bogotá y Barrancabermeja están recogiendo
donaciones para hacerle llegar a los campesinos. Mañana entra una acción
comunitaria, acompañada por ong de derechos humanos para verificar la situación
en Tibú.
¿Está detrás de toda esta logística la Marcha
Patriótica?
Nosotros somos de la Marcha Patriótica. Ascamcat es
una de las mil organizaciones que conforman a la Marcha y no podemos negar eso.
Pero esta movilización está dirigida por nuestra asociación, no por la Marcha.
Otra cosa es que haya una preocupación nacional.
¿Hace cuánto existe su Asociación?
Existimos hace siete años. Nacimos después de que los
paras dejaron un saldo de 11.200 muertos en cuatro años y más de 100 mil
desplazados. Hubo unos 600 desaparecidos. Salen los paramilitares y entra el
Ejército con la Operación Fortaleza, generando bombardeos y el desplazamiento
de 50 familias. De acuerdo a esta presión, vimos la necesidad de sacar
información de la región, de informar que existíamos, que había una
problemática, y empezamos a caminar en el 2006. Nos encontramos con el tema de
los falsos positivos, 78 falsos positivos en esta región. Con montajes
judiciales, la crisis humanitaria de la región, las necesidades de los
campesinos. Somos de los que decimos que la tierra nos pertenece. Lo único que
estamos pidiendo es un pedacito de tierra donde se nos permita vivir en paz.
Desafortunadamente no nos entienden y siempre intentan estigmatizarnos,
opacarnos y desconocernos.
"Lo
único que estamos pidiendo es un pedacito de tierra donde se nos permita vivir
en paz". – Quintero