2013/ Septiembre 28/ REMAP/ Alexander Escobar/"A las cucarachas les encanta ruñir los medios de comunicación, y a los medios les fascina ser ruñidos por las cucarachas".
Cali: Participantes del Paro Agrario exigiendo la liberación del dirigente Huber Ballesteros
Las cucarachas huyen cuando son descubiertas o derrotadas. En Venezuela corrieron despavoridas del Palacio de Miraflores luego del fallido golpe de Estado en el 2002. Su fuga siempre termina en reconocidos nidos de impunidad. Pedro Carmona, cucaracha golpista venezolana, hoy pavonea sus alas por las calles colombianas.
En
Colombia estos bichos tambiƩn son representativos, con una notable variedad que
en nada debe envidiar a las cucarachas venezolanas. Recordemos el vuelo de
algunas de ellas.
TrilogĆa de
cucarachas que volaron
MarĆa del Pilar Hurtado, conocida como la cucaracha del DAS, ruñó todo cuanto
pudo para alimentar la colonia de insectos precedida por Ćlvaro Uribe VĆ©lez. Periodistas y miembros de la oposición polĆtica fueron
espiados por estos insectos del nido presidencial. Felices se la pasaban
ruƱendo y generando propaganda negra
contra opositores y periodistas. Finalmente fueron descubiertos, y la cucaracha
alzó sus alas y voló hacia PanamÔ para gozar de asilo.
Luis Carlos Restrepo, en otrora “El Doctor Ternura”, pasó al lado oscuro de la Fuerza y terminó como insecto comisionado para la paz durante la colonia de Uribe. Aprovechó su gracia como escritor para agitar sus mandĆbulas en un proceso de desmovilización virtual que incluyó a gente de verdad: armas, uniformes y cerca de setenta personas fueron bautizadas como guerrilleros en un abrir y cerrar de alas de la colonia que dio vida al bloque “Cacica La Gaitana” de las Farc. A la cucaracha Restrepo se le atribuyen dos records guiness: el primero, conformar un bloque guerrillero en el periodo de tiempo mĆ”s corto conocido en la historia de la guerra de guerrillas; y el segundo, la desmovilización del primer y Ćŗnico bloque virtual de las Farc.
De este insecto se desconoce su paradero, aunque se rumora que ya estableció nido en Estados Unidos. La FiscalĆa en un acto de infinita justicia decidió no emitir nueva orden de captura en su contra, esperando que la cucaracha de la ternura se presente por cuenta propia. ¡Las cucarachas y la justicia colombiana se entienden de maravilla!
Ernesto Yamhure, cucaracha de veneno insospechado que desde muy joven entró al lado oscuro de la Fuerza. Tuvo nido diplomÔtico en Suecia como
primer secretario de la embajada de Colombia, y utilizó los medios de
comunicación para rendir culto a la colonia uribista y mejorar la imagen de
colonias paramilitares. Llegó a contar con columna en El Espectador y espacio
radial en Caracol y Radio SĆŗper.
Se
debe tener cuidado con su veneno, ¡es mortal!, y puede hallĆ”rsele en artĆculos
escritos a dos manos con el entonces jefe
del paramilitarismo Carlos CastaƱo Gil: la cucaracha enviaba sus columnas a CastaƱo –su corrector de estilo–, y como si se tratase de un consejo
editorial, las Auc las modificaba antes de ser publicadas. La cucaracha tambiƩn
se desempeñó como consejero
en la redacción de comunicados del paramilitarismo, y los testimonios de Juan
Rodrigo GarcĆa FernĆ”ndez, hermano del excomandante del Bloque Metro de las Auc,
y del exjefe paramilitar Freddy Rendón Herrera, alias “El AlemĆ”n”, le seƱalan
de desempeƱarse como asesor del nido paramilitar de Carlos CastaƱo Gil.
Actualmente
este insecto aletea felizmente porque la investigación en su contra precluyó. –¡Las
cucarachas y la justicia colombiana se entienden de maravilla!–. Goza de asilo
en Estados Unidos, y fue visto en New York al lado del jet set de la colonia
uribista del Centro DemocrƔtico con apariencia renovada de cucaracha de farƔndula.
Mientras las
cucarachas huyen
A
las cucarachas les encanta ruñir los medios de comunicación, y a los medios les
fascina ser ruƱidos por las cucarachas. A travƩs de ellos copulan y dejan sus
huevos por doquier. Cada vez que una cucaracha se declara vĆctima o pronuncia alguna
insensatez, jamÔs faltarÔ cÔmara o micrófono que reproduzca su veneno.
En
la huida se convierten en cucarachas del rating;
sus mandĆbulas se tornan mĆ”s jugosas, apetecidas, y codiciadas por los mismos micrófonos
que les convirtieron en insectos poderosos que huyen o, que en algĆŗn momento,
huirƔn de la justicia.
No
hay cucaracha sin colonia. Unas huyen, otras quedan depositando y cuidando
huevos. Son pocas las colonias que se disputan el poder, pero las une el mismo veneno
y rating que ganan con la fuga. No
permiten cuestionamientos, y despliegan su vileza contra quienes denuncian la
toxicidad de sus mandĆbulas. Porque impunidad e injusticia tambiĆ©n comparten.
Y
prohibido estĆ” tocarles: “terrorista” todo aquel que lo haga o profiera palabra
en su contra. Persecución y montajes judiciales es la orden; y miles son los
lĆderes sociales encarcelados[1] por
estos bichos que se turnan el Gobierno. En campos de concentración convirtieron
las cƔrceles, prƔctica de insectos miserables que hoy deja mƔs de 9.500 presos
polĆticos[2] en
Colombia.
Entre
esos miles se encuentra Huber Ballesteros. Insoportable resultó para las cucarachas sus treinta años de lucha por el campesinado. Y mÔs insoportable que fuera uno de los voceros del Paro Agrario y Popular.
No
importa lo absurdo ni descarado del montaje, los bichos siempre lo realizan. DƩcadas
de ruƱir la justicia les facilita “la tarea”. Sobre los escombros de la
sensatez, contra Huber fabricaron el testimonio de RaĆŗl Agudelo Medina, –“desmovilizado” del bloque virtual Cacica La Gaitana–, para enlodar su vida y doblegarle en una cĆ”rcel.
Pero su espĆritu no claudica, se fortalece, y no logran someterle, porque los luchadores
conocen bien a las cucarachas, tanto por su peligrosidad como por su cobardĆa, y
tienen el valor y fuerza para enfrentar su veneno a pesar de las amenazas de
muerte y los campos de concentración del Gobierno colombiano.
Los
montajes continĆŗan, y las mandĆbulas de estos insectos no cesan, tratan de
devorarlo todo, ruƱen y saquean el paĆs entero. Con su veneno quisieran contaminar
hasta el mĆ”s mĆnimo espacio de la vida humana, pero no pueden, porque hay voces
y cuerpos rebeldes movilizƔndose contra sus colonias.
La voluntad del pueblo estĆ”
en las calles para poner freno a sus mandĆbulas. Es la vida contra la muerte,
es la dignidad de hombres y mujeres enfrentada a los bichos que pronto estarƔn
en la cÔrcel, o en la embajada de algún nido de impunidad buscando asilo. Sabemos
que asĆ sucederĆ”, porque a diferencia de las cucarachas que huyen, los luchadores
no abandonan a su pueblo, se quedan enfrentando el peligro, la injusticia, y a las
colonias de insectos que saldrƔn despavoridas cuando el poder haya vuelto a las
manos del pueblo colombiano, para quedarse allĆ, en su rostro, para siempre.
[1] En artĆculo publicado por La
Silla VacĆa, el 3 de abril de 2012, Dora Montero Carvajal afirma que “las autoridades reportaron 8.563 personas
arrestadas entre 2008 y 2011 por rebelión, pero solo hay 1.950 presos”. Con
estas cifras oficiales se confirma que, entre 2008 y 2011, 6.613 personas
fueron acusadas injustamente del delito de rebelión y encarcelas sin pruebas
suficientes, lo cual semeja a vivir en una dictadura por el carƔcter
sistemÔtico de persecución y encarcelamiento que padecen miles de opositores
polĆticos que falsamente son acusados de pertenecer a grupos insurgentes. Ver
artĆculo Las
visitas a las cÔrceles: el siguiente paso hacia una negociación de paz:
http://www.lasillavacia.com/historia/las-visitas-las-carceles-el-siguiente-paso-hacia-una-negociacion-de-paz-32498
[2] Hasta enero 31 de 2012, y
basÔndose en información del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de
Colombia (INPEC), la Campaña Traspasa los muros determinó que en las
cƔrceles de Colombia se encuentran 21.199 personas asociadas al delito de
rebelión. Y establecen que la cifra real de presos polĆticos en Colombia puede
oscilar entre 9.500 y 21.199 personas. Ver artĆculo de la CampaƱa Traspasa los muros:
http://www.traspasalosmuros.net/node/727
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