Convocamos a todas las coordinaciones departamentales, comités de impulso departamental, redes juveniles departamentales, vinculadas a Juventud Rebelde Colombia a nuestro Congreso Constitutivo, espacio máximo de definición y decisión política.
“Somos el Sueño de Bolívar
Despertando. Somos la Generación de la
Segunda y Definitiva
Independencia.”
BOGOTÁ,
15, 16 y 17 de Noviembre de 2014
Hoy en Colombia renace la esperanza: el régimen político
creyó sepultar el ímpetu juvenil; creyó haber hecho de la juventud colombiana
un actor pasivo y distante de la historia. Nos obligó a librar la guerra en
contra del pueblo con la militarización de la sociedad mediante el servicio
militar obligatorio; nos entregó al rapaz interés de la burguesía con la
sobreexplotación de la ley de primer empleo: bajo salario a cambio de
experiencia era la justificación, mientras nuestro trabajo iba a las manos
ensangrentadas de empresarios. Junto a nuestras familias, nos negaron la tierra
incluso para morir en los terruños que como campesinos, indígenas y
afrocolombianos arábamos con la esperanza de cosechar vientos de cambio. Mientras el paramilitarismo estatal libraba
una guerra sin cuartel contra nuestra existencia y beligerancia en
universidades, colegios, barrios, fábricas, campos, cabildos y palenques, se
profundizaba la vergonzosa concentración de la tierra en el país, la entregaban
al extranjero sacrificando nuestra soberanía y cambiaban vecindades y veredas
por represas, minas, pozos petroleros, fosas comunes y cuarteles militares.
Nos consideraron objetos de su propiedad. Adecuaron la
educación y la cercenaron aniquilando la perspectiva de “ser cultos para ser
libres”; en su lugar, la ignorancia y castración de nuestro genio creador fue
puesto en favor de la primarización económica y la bancarización. La
posibilidad de disfrutar de nuestra vejez, ya en la juventud, mediante salud,
vivienda, pensión y educación fue desterrada y convertida en capitales que
corren a manos llenas hacia banqueros y el capital financiero. Acceder a un
derecho es un privilegio, solo obtenible mediante una deuda que difícilmente
podremos pagar. Pero forjamos una certeza: si
hay una deuda por pagar, es la que el régimen tiene con nuestra juventud.
No olvidamos. Esperamos nuestro momento. Avanzamos en
consolidar organizativamente la rebeldía, nunca dejamos de luchar y jamás
perdimos la esperanza. Nuestros amigos y compañeros encarcelados por el régimen
mantienen en alto su dignidad y ánimo transformador, hoy los saludamos y
recordamos luchando. No olvidamos a nuestros amigos asesinados; nunca dejaremos
de reivindicar los 4000 amigos, hermanos asesinados por mercenarios a cambio de
privilegios individuales con la venia de la cúpula militar y el Estado, mal
llamados falsos positivos.
Nunca, siempre tuvimos presente a Jaime Pardo Leal quién
nos enseñó que “en el elemento de que el enemigo lograra arrebatarnos nuestra
vida: bienvenida la muerte, porque sabemos indiscutiblemente, que al caer
nosotros, de la unión de jóvenes patriotas saldrán los que nos vengan a
remplazar, los que sigan haciendo lo que el pueblo quiere: una Colombia feliz,
llena de esperanza”. Acá estamos, somos los jóvenes patriotas, somos la
Juventud Rebelde; continuamos el camino de luchar, y dar por construir una patria nueva hasta la vida
si es necesario, pues hicimos nuestra la premisa de Eduardo Umaña: “más vale la
pena morir por algo, que vivir por nada”.
Hoy, con el peso de sabernos continuadores de la memoria de
lucha y resistencia de la juventud colombiana y del pueblo excluido y
explotado, renacemos para irrumpir en la historia y “tomar el cielo por
asalto”.
Este es sin duda el momento indicado: hoy que el Gobierno
intenta profundizar el modelo de explotación, exclusión y muerte que nos ha
condenado a la miseria y subordinación a potencias extranjeras, irrumpe la
fuerza histórica del cambio: el movimiento social y popular renace, se organiza
y educa en las trincheras de la movilización contra el Estado. Surge y se
mantiene enhiesta la barricada de la esperanza contra el neoliberalismo, la
unidad latinoamericana y una Colombia en paz con justicia social. Mientras el
Estado prepara la arremetida de la represión, las batidas ilegales, persecución
y aniquilamiento, mantenemos enarbolada la bandera de la rebeldía. El poder
político se pone en juego ante la alternativa de una solución política al
conflicto social, político y armado en Colombia versus la paz exprés de la
desmovilización sin modificar de fondo las causas que han generado el
alzamiento armado, que no son otras que las mismas que nos mantienen en la
miseria. Hoy la bandera de la paz debe ser tejida con la lucha social y
popular, con las iniciativas y propuestas que no pueden postergarse, y a las
cuales llegamos atentos y entusiastas para aportar a una verdadera paz estable, duradera, que trace el camino hacia
la justicia social.
No solo nos preparamos para resistir la arremetida de
reformas neoliberales que condenarán nuestro futuro; nos preparamos para
avanzar en la disputa por el poder político, aportando nuestro ímpetu,
rebeldía, esperanza y fuerza en las horas venideras que de la mano del campo
popular y su cristalización política, Marcha Patriótica, mediante un necesario
proceso constituyente en cuyo camino construya una Asamblea Constituyente;
vienen horas de lucha, discusión y organización, vienen horas de
transformación.
La heroica resistencia del pueblo colombiano desde los
campos y ciudades ha generado una incandescente luz de esperanza en la oscura
noche en la que el temor se apropió de las voces de la mayoría del pueblo
colombiano. La rebeldía se ha puesto al orden del día, las generaciones que
resistieron la implacable guerra contra el pueblo hoy se encuentran con la
alegría, la combatividad y el compromiso decidido de un enorme contingente
juvenil que es protagonista principal de la lucha por una nueva sociedad.
Los jóvenes jugamos un papel central en la vida política
nacional, estamos llamados a la rebeldía para construir un país distinto. La
rebeldía es la única respuesta digna de una juventud que no tiene ningún futuro
de bienestar en este sistema, y que por esto está llamada a transformarlo todo.
Hemos llegado a reclamar nuestro puesto en la línea de lucha por las
transformaciones que reclama el país. Hemos decidido echar a andar mediante la
organización de la juventud el sueño de un nuevo Gobierno. Organización y lucha
por la solución política al conflicto social, político, armado y ambiental
colombiano son nuestras tareas fundamentales, y en ese propósito la
convergencia de la lucha juvenil por la cultura, la libertad sexual, la
emancipación femenina, el acceso al conocimiento, un trabajo digno, la tierra y el territorio, el arte y la
expresión, en suma por un nuevo país y la paz, son necesarias e
impostergables.
Jóvenes trabajadores, artistas populares y urbanos,
feministas, ambientalistas, LGBTI, campesinos y campesinas, indígenas, afros,
investigadores, estudiantes secundaristas y de universidades, barristas,
luchadores barriales, víctimas del conflicto, y todo hombre y mujer que se
reconoce soñador, constructor de utopías, joven y rebelde nos encontramos en
este Congreso Constitutivo siendo conscientes de nuestra responsabilidad
histórica y el compromiso inalienable con la construcción de un nuevo país.
Nosotros y nosotras, jóvenes educados en las trincheras de la resistencia
popular, venimos a ofrendar a la memoria de lucha del pueblo colombiano una
organización política, revolucionaria y Juvenil: venimos a entregar nuestro corazón, nuestro sueño colectivo; venimos a
asumir el reto que la historia nos demanda, venimos a ser la Juventud Rebelde.
Este espacio construirá las bases de la Juventud Rebelde
como organización política revolucionaria, amplia y juvenil en la brega por
forjar una alternativa política, social y cultural que condense un futuro digno
para nuestro país y que aporte a la lucha por la hermandad latinoamericana. Nuestro
Congreso constitutivo como espacio para juntar rebeldías, sueños y utopías,
aportará a delinear las tareas que el país demanda de la juventud colombiana.
Nuestra lucha no es por lo posible, nuestra lucha es por hacer posible lo que
consideramos necesario: un nuevo país con justicia social, dónde la juventud
sea la garantía presente de un digno futuro. Hoy las paredes gritan y las calles son nuestras; acá esta la Juventud
Rebelde: SOMOS EL SUEÑO DE BOLÍVAR DESPERTANDO. SOMOS LA GENERACIÓN DE LA
SEGUNDA Y DEFINITIVA INDEPENDENCIA.
Convocamos a todas las coordinaciones departamentales, comités de impulso departamental, redes juveniles departamentales, vinculadas a Juventud Rebelde Colombia a nuestro Congreso Constitutivo, espacio máximo de definición y decisión política. Convocamos a las generaciones luchadoras, que se saben rebeldes y asumen el reto de contribuir a la disputa por el poder político para forjar una patria nueva para el buen vivir de las gentes del común. Del 15 al 17 de Noviembre en Bogotá, la Juventud Rebelde de todos los rincones de la patria se toma Bogotá, irrumpiendo en la historia de la rebeldía en Colombia. ¡En Bogotá nos vemos!
Convocamos a todas las coordinaciones departamentales, comités de impulso departamental, redes juveniles departamentales, vinculadas a Juventud Rebelde Colombia a nuestro Congreso Constitutivo, espacio máximo de definición y decisión política. Convocamos a las generaciones luchadoras, que se saben rebeldes y asumen el reto de contribuir a la disputa por el poder político para forjar una patria nueva para el buen vivir de las gentes del común. Del 15 al 17 de Noviembre en Bogotá, la Juventud Rebelde de todos los rincones de la patria se toma Bogotá, irrumpiendo en la historia de la rebeldía en Colombia. ¡En Bogotá nos vemos!
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Comité Nacional de Impulso Juventud
Rebelde Colombia
Bogotá, 14 de septiembre de 2014
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