Para Marcha Patriótica la participación política electoral es un escenario que puede permitir construir mayorías sociales, confrontar el régimen y acumular fuerzas para la construcción de la alternativa de poder para el pueblo colombiano. (Declaración Política COPAN, noviembre 8 y 9 de 2014)
2014/ Noviembre 15/ Consejo Patriótico Nacional/ Por: Marcha Patriótica
La crisis política y social del país se agudiza en la medida que el gobierno de Juan Manuel Santos Calderón, neoliberal y plutocrático, ignora las acuciantes
necesidades de la población colombiana, víctima de las medidas antipopulares y antinacionales en beneficio del gran capital, del capital financiero, de las transnacionales y para fortalecer el bloque hegemónico del poder.
Colombia está en pie de lucha, con el ejemplo de las movilizaciones recientes como el paro agrario, étnico y popular, las protestas regionales, campesinas, indígenas, estudiantiles, sindicales, sociales y de las negritudes, del movimiento de mujeres y de la cultura, reflejo de que amplios sectores populares están en resistencia contra la explotación capitalista, que deprecia
el salario y sostiene la informalidad. Las soluciones capitalistas, apoyadas en
la represión, están encaminadas a conculcar los derechos sindicales y la
protesta social y popular; así como se sostienen en el extractivismo, la
entrega de la soberanía nacional a través de los TLC, el deterioro ambiental y
el control de la economía por el capital financiero, parasitario e inhumano. Es
el viejo expediente de descargar la crisis sistémica sobre los hombros de los
trabajadores y las trabajadoras.
La
agenda legislativa del gobierno de Santos apuntala esta tendencia antipopular,
mediante la reforma política llamada del equilibrio de poderes, que pretende
afianzar el sistema tradicional de privilegios en beneficio de los partidos del
establecimiento; la ley de baldíos para beneficiar a los terratenientes en una
nueva versión de AIS; la privatización de la seguridad social, la salud y la
educación y un nuevo régimen pensional que aumenta la edad de la jubilación.
Dicha agenda de la unidad nacional, apoyada por la bancada de la Unidad
Nacional y otras, incluyendo a los uribistas, es una agresión a los sectores
populares y al pueblo colombiano, va en contravía de los acuerdos parciales de
La Habana y son una agresión más de las políticas neoliberales oficiales en
beneficio de las minorías oligárquicas. Marcha Patriótica invita al Frente
Amplio, a las organizaciones afines, sindicales, sociales y populares, a
convocar una protesta de rechazo al nefasto paquete parlamentario, para el mes
de marzo, previo al periodo de sesiones ordinarias del Congreso de la
República.
El
país está bajo un gobierno que representa los intereses de la oligarquía y del
imperialismo y del bloque histórico dominante tradicional, responsable de las
sempiternas causas del conflicto político, social y armado de más de seis
décadas.
El
principal rasgo del proceso político colombiano es el de la búsqueda de la paz,
sobre la base de construir un acuerdo político y social con las insurgencias.
El esfuerzo en el momento actual está puesto en La Habana en las conversaciones
entre las delegaciones del Gobierno Nacional y las FARC-EP, que desarrollan el
cuarto punto de una agenda de seis, contenida en el Acuerdo Político para
ponerle fin al conflicto y construir una paz estable y duradera. Las FARC-EP no
son una guerrilla derrotada y actúa con iniciativa en la mesa, buscando siempre
la mayor participación de las organizaciones sociales y populares a través de
los foros nacionales organizados por la ONU y la Universidad Nacional y de las
redes sociales por las cuales los ciudadanos y ciudadanas hacen numerosas
propuestas.
Hoy
la paz estable y duradera está más cerca que nunca en el entendido que debe
llevar a fortalecer la democracia y a cambios sociales, en particular aquellos
que están en el origen mismo del conflicto. Es la paz con democracia y justicia
social, contenida en un acuerdo general, que deberá ser refrendado por el
soberano en la Asamblea Nacional Constituyente, que además tendrá la tarea de
dirimir los desacuerdos y asumir las reformas políticas y sociales de fondo que
abran el paso a un nuevo país, a un nuevo orden político, social y económico.
El
Gobierno del presidente Santos que está sentado en La Habana y realiza la etapa
exploratoria con el ELN, asume los diálogos de paz con ambigüedad y concesiones
a la extrema derecha, contrario a lo que prometió para lograr la reelección en
el mes de junio del presente año. Su gobierno refuerza el statu quo, el viejo
país que hay que erradicar con un nuevo poder constituyente en el cual el
principal protagonista será el pueblo colombiano. Santos predica que el país
está en el posconflicto para birlar el debate sobre la Constituyente y los
puntos que aún no están definidos puesto que los acuerdos son parciales como
está consignado en los borradores de los mismos, divulgados hace unas semanas.
El
proceso de paz aún no está en el punto de irreversibilidad como lo aseguran los
voceros gubernamentales. Hay poderosos enemigos de la paz dentro y fuera del
gobierno, que preparan actos de provocación tanto en La Habana como en el
territorio colombiano, contra miembros de la Delegación de las FARC-EP y en el
país contra reconocidos integrantes de “Colombianos y Colombianas por la Paz” y
voceros de Marcha Patriótica, Piedad Córdoba y Carlos Lozano. Es la extrema
derecha militarista y recalcitrante, que ha ganado terreno gracias a las
campañas mediáticas contra la solución política y a la debilidad del Gobierno
Nacional. Contra ella hay que oponer tenaz resistencia, rodeando de apoyo los
diálogos de La Habana y desenmascarando los propósitos guerreristas y golpistas
que animan a estos sectores ultraderechistas y descompuestos. Los planes
provocadores cuentan con apoyo internacional y de los servicios de inteligencia
militar, comprometidos con las chuzadas y las campañas contra la salida
política dialogada.
Alertamos
al país y al mundo que el proceso de paz, para su concreción final, requiere de
medidas del gobierno para frenar y acabar el paramilitarismo que se extiende
por el territorio nacional con los mismos apoyos de siempre y una mayor
voluntad gubernamental, porque una cosa dice en La Habana y otra la que ejecuta
en el territorio patrio.
Es
imperiosa la construcción del Frente Amplio por la Paz, la Democracia y la
Soberanía, que no puede limitarse a respaldar la paz, sino que debe promover la
lucha social y popular de resistencia al neoliberalismo y al desafuero
gubernamental que privilegia los intereses del capital, así como asumir la
tarea de la convergencia de fuerzas democráticas y populares en una alternativa
de poder para los cambios de fondo en la vida nacional. Solo un gobierno
popular puede consolidar la paz estable y duradera.
Marcha
Patriótica se compromete a nivel nacional y regional con el Frente Amplio en el
entendido que abarcará las tres tareas fundamentales (defensa de los diálogos,
promover la movilización de masas y construir el proyecto alternativo de
poder), pilares para un proceso de renovación en la vida nacional.
Lo
fundamental en esta etapa es la lucha de masas, la organización del pueblo
colombiano en defensa de sus derechos y reivindicaciones sociales, porque así
es como se construye el proyecto alternativo. Asociado a las tareas del poder
constituyente que sea la base para la futura Asamblea Nacional Constituyente
donde el pueblo colombiano, dotado de su poder soberano, producirá las
transformaciones institucionales en el terreno político, social, económico,
ambiental y cultural.
Sin
desconocer la persistencia de un régimen político profundamente excluyente y
antidemocrático, con altos niveles de ilegitimidad, expresada en el
mantenimiento de elevadas cifras de abstención y la continuidad de prácticas
clientelistas y mafiosas, sin garantías reales a la oposición, la jornada
electoral que se avecina en 2015, estará cruzada especialmente por la
agudización de las contradicciones entre el bloque de poder dominante y el
nuevo ciclo de protestas populares en respuesta a la agenda neoliberal que
caracteriza el continuismo del gobierno Santos. También es parte del proceso
constituyente en desarrollo, los procesos de paz en curso como el elemento más
significativo de la coyuntura nacional y el articulador del conjunto de
contradicciones políticas y sociales de las que se presentan actualmente en la
sociedad colombiana.
Para
Marcha Patriótica la participación política electoral como elemento táctico en
la construcción de poder es una expresión de la dinámica de lucha y, por tanto,
un escenario que puede permitir construir mayorías sociales, confrontar el
régimen y acumular fuerzas para la construcción de la alternativa de poder para
el pueblo colombiano.
La
participación electoral de Marcha Patriótica será sobre la base de la nueva
forma de hacer política, sustentada en la estrecha relación con la base social
y las luchas populares. La campaña electoral es de confrontación con el
neoliberalismo, con los TLC, con la presencia expoliadora de las transnacionales,
por un modelo alternativo económico y por reformas profundas, en lo regional y
nacional, en lo político, social, económico, ambiental y cultural, unida a la
movilización y a la resistencia popular contra la explotación del capital. Es
la lucha por los cambios políticos urgentes de la apertura democrática y social
en la perspectiva de forjar un bloque contra hegemónico de poder, escenarios a
los cuales debe contribuir la participación política electoral.
En
las elecciones departamentales, municipales y locales de 2015 el reto para la
izquierda, los sectores democráticos y sociales es conquistar poder popular, un
nuevo poder ético y con nuevas formas decentes de hacer política. En este
sentido, para Marcha Patriótica la participación electoral está en el camino de
fortalecer el Frente Amplio por la Paz, la Democracia y la Soberanía y las
relaciones con las organizaciones afines en el objetivo de la segunda
emancipación nacional.
Marcha
Patriótica irá a las elecciones en todo el territorio colombiano, aunque las
juntas nacional y departamentales estudiarán las circunstancias concretas en
aquellos sitios donde no existan las condiciones por diversos motivos. La
participación será con identidad propia, pero buscando acuerdos con
organizaciones políticas y sociales afines, que promuevan la paz con democracia
y justicia social, la Asamblea Nacional Constituyente, el cese bilateral de
fuegos y la implementación de los acuerdos parciales de La Habana. La clave
está en la unidad con criterios nacionales y regionales, sustentados siempre en
la nueva forma de hacer la política, con una campaña electoral de cara a las
necesidades de los sectores populares, urbanos y agrarios, con un programa
político y social, con compromisos éticos serios, mecanismos de control y rendición
de cuentas ante los electores.
Sobre
esta base y orientaciones, la militancia del Movimiento Social y Político
Marcha Patriótica volcará esfuerzos hacia la campaña electoral. Designará una
comisión nacional que tendrá a cargo la coordinación en Bogotá y los
departamentos. Realizará a la mayor brevedad posible un seminario electoral en
el cual se escucharán experiencias democráticas y de izquierda en otros países.
Nombrará la Comisión Ética y promoverá la designación de los candidatos en las
asambleas cívicas y populares.
COMITÉ PATRIÓTICO NACIONAL
MOVIMIENTO POLÍTICO Y SOCIAL MARCHA
PATRIÓTICA
Bogotá D.C. 8 y 9 de noviembre de 2014
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.