Insistiremos en la desarticulación de las causas estructurales del conflicto, ligadas a la injusta distribución de bienes y servicios, como también a la ausencia de justicia restitutiva. Ésta profunda injusticia se ha amparado en el paramilitarismo, la doctrina de seguridad nacional y el enfoque del “enemigo interno”. [Descargar declaración]
Cuando nos unimos podemos hacer temblar la tierra por la paz con derechos
En la ciudad de Bogotá durante los días 9 y 10 de marzo de 2015, tuvimos la oportunidad de reunirnos aproximadamente cincuenta delegados y delegadas de nueve plataformas de derechos humanos y paz y movimientos sociales, acompañadas de algunas agencias de cooperación que trabajan en Colombia, con el propósito de reflexionar conjuntamente sobre nuestro papel en la construcción de paz y más concretamente, en nuestro rol frente a la posibilidad de que se concreten los acuerdos entre el Gobierno Nacional y los grupos guerrilleros FARC y ELN.
Agradecemos
la participación en el encuentro del padre Javier Giraldo S.J. integrante de la
Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, de Piedad Córdoba del
movimiento Colombianas y Colombianos por la Paz, del investigador Ricardo
Vargas, de Yenly Angélica Méndez y César Jérez de la Asociación de Zonas de
Reserva Campesina ANZORC, y de Claudia Mejía Duque, Marina Gallego y Olga
Amparo Sánchez de la Cumbre de Mujeres por la Paz, quienes compartieron sus
reflexiones sobre diversas dimensiones de los pre-acuerdos hasta ahora
alcanzados. Igualmente, el encuentro recibió un saludo de las guerrillas FARC
EP y ELN, y se invitó formalmente al Alto Comisionado de Paz, Sergio Jaramillo,
sin que concretara su presencia.
Las
redes de derechos humanos y paz convocantes, hicimos una lectura analítica de
los preacuerdos alcanzados en la mesa de negociaciones de la Habana y
advertimos avances importantes en la temática agraria, garantías para la
oposición política, incorporación de la perspectiva de género y reconocimiento
de los derechos de las víctimas. Valoramos positivamente el trabajo de la
Subcomisión de Género y el reconocimiento de que temas cruciales como la
discriminación y exclusión política, social y económica de las mujeres son
componentes fundamentales de la construcción de paz.
Reconocemos
y saludamos el acuerdo de desminado como un paso significativo en la reducción
de los efectos de la guerra en la vida de las comunidades y el reciente anuncio
gubernamental de cese de bombardeos de campamentos guerrilleros de las FARC-EP,
acciones que deben conducir al cese bilateral del fuego definitivo reclamado
por la población civil colombiana.
No obstante los avances, preocupa altamente que situaciones estructurales como
el modelo de desarrollo extractivista, la continuación de políticas de
seguridad con enfoque militarista y la persistencia del paramilitarismo, pues
pueden provocar que los pretendidos avances sean ilusorios. Sin una solución en
estos aspectos, se puede correr el riesgo de traiciones a los eventuales
acuerdos.
En
este sentido, leyes como la del Plan Nacional de Desarrollo deberían orientarse
a hacer realidad parte de los acuerdos y en todo caso, reflejar una mirada más
democrática y civilista de construcción de país. En el Plan, deberían
eliminarse las contradicciones con los preacuerdos alcanzados y destinarse los
recursos necesarios tanto para garantizar una pedagogía por la paz desde los
territorios y comunidades, como para llevar a la práctica los acuerdos
alcanzados. El Plan Nacional de Desarrollo como está concebido, no contribuye
efectivamente a la paz.
Con
relación a los objetivos de nuestro encuentro, nos proponemos como redes de
derechos humanos y paz:
1.
Profundizar nuestra articulación como movimiento por los derechos humanos y por
la paz, reconociendo la pluralidad, interculturalidad y enfoques diversos en la
construcción de paz.
2.
Desarrollar una campaña de sensibilización nacional que promueva el respaldo de
la sociedad colombiana a los procesos de diálogo, para lo cual se propone crear
una comisión pedagógica que desarrolle herramientas, mensajes e incorpore
nuevos lenguajes que permitan generar un mayor acompañamiento social a los
procesos de negociación en curso.
3.
Los medios de comunicación tienen un papel relevante en la opinión pública, por
ello, nos proponemos impulsar un encuentro de medios alternativos y populares,
y con ellos la difusión de los acuerdos y la construcción de paz.
4.
Impulsaremos el 9 de abril como fecha de movilización nacional incorporando
elementos simbólicos para promover una expresión ciudadana masiva en respaldo a
los procesos de diálogo.
5.
Difundiremos por todos los mecanismos y herramientas el informe de la Comisión
Histórica del Conflicto y sus Víctimas.
6.
Proponemos desarrollar una audiencia pública que permita divulgar los
testimonios y experiencias de las 60 víctimas que han participado en las rondas
de víctimas en La Habana.
7.
Profundizaremos en las discusiones sobre Justicia Transicional con el propósito
de alcanzar una propuesta desde la perspectiva de los derechos humanos y la
concreción de los derechos de las víctimas. La garantía de no repetición de los
crímenes es el fundamento de la paz.
8.
Consideramos que como organizaciones por la paz debemos seguir interpelando a
sectores de la sociedad que podrían tener un papel activo en el impulso de la
construcción y respaldo a los diálogos de paz, como iglesias, medios de
comunicación, movimientos, partidos políticos sectores del empresariado, entre
otros.
9.
Reafirmamos la importancia y riqueza de las diversas iniciativas de
construcción de paz que han construido las comunidades en los territorios e
invitamos a respaldarlas.
10.
Insistiremos en la desarticulación de las causas estructurales del conflicto,
ligadas a la injusta distribución de bienes y servicios, como también a la
ausencia de justicia restitutiva. Ésta profunda injusticia se ha amparado en el
paramilitarismo, la doctrina de seguridad nacional y el enfoque del “enemigo
interno”. El que se desmonten éstas estructuras y doctrinas, es condición de
posibilidad de garantías de no repetición para una paz duradera y sostenible.
11.
Los avances del Proceso Nacional de Garantías del gobierno con organismos de
derechos humanos y miembros de la comunidad internacional, deben armonizarse
con las propuestas de protección del movimiento social que han surgido en la
Mesa de La Habana. Debería preverse un mecanismo de urgencia para responder a
las situaciones de criminalización y represión de la protesta social, por parte
de nuestras organizaciones de derechos humanos.
12.
Continuaremos impulsando la adopción de una Política Pública de Derechos
Humanos como contribución a la construcción de paz.
Suscriben,
· PLATAFORMA
COLOMBIANA DE DERECHOS HUMANOS, DEMOCRACIA Y DESARROLLO · COORDINACIÓN COLOMBIA EUROPA
ESTADOS UNIDOS CCEEU · ALIANZA DE
ORGANIZACIONES SOCIALES Y AFINES ·
MOVIMIENTO NACIONAL DE VÍCTIMAS DE CRIMENES DE ESTADO · COMUNIDADES CONSTRUYENDO PAZ EN
LOS TERRITORIOS (CONPAZ) · RED DE
INICIATIVAS POR LA PAZ Y CONTRA LA GUERRA, REDEPAZ · ASOCIACION DE ZONAS DE RESERVA
CAMPESINA (ANZORC) · CLAMOR SOCIAL
POR LA PAZ · DIÁLOGO INTERECLESIAL
POR LA PAZ EN COLOMBIA (DIPAZCOLOMBIA) ·
COLOMBIANOS Y COLOMBIANAS POR LA PAZ
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