Aunque informes como el de la CERAC (Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos) detalla 28 acciones violentas durante la tregua unilateral de las FARC, este organismo también afirma que las acciones no son atribuibles a este grupo guerrillero.
Departamento del Cauca, febrero 25. Frente Amplio entrega informe a Todd Howland,
delegado para los Derechos Humanos de la ONU
2015/ Marzo 2/ Frente Amplio/ Por: Alexander Escobar
Más de dos meses completa el cese al fuego unilateral e indefinido declarado por
las FARC. Diferentes organismos internacionales siguen de cerca la decisión de
este grupo guerrillero afirmando su cumplimiento y saludándola como un gesto en
favor de la vida y la paz de los colombianos.
El
Frente Amplio por la Paz, que realiza veeduría a la tregua, también ha
constatado el cumplimiento y reconocido el impacto positivo para el país. El 25
de febrero en el corregimiento El Palo, jurisdicción del municipio de Caloto
en el departamento del Cauca, presentaron su Segundo Informe de Veeduría al Cese Unilateral al Fuego Declarado por
las FARC-EP (ver informe), donde se dan a conocer importantes cifras e
información para su análisis.
Treguas de las FARC
reportan 186 días
Desde
la instalación de la mesa de conversaciones entre el Gobierno Nacional y las
FARC (18 de octubre de 2012), cinco declaraciones unilaterales al fuego han
realizado las FARC. “En total desde
noviembre de 2012 a febrero 25 de 2015 han existido 186 días de cese unilateral
del fuego por parte de las FARC-EP”, reporta el Frente Amplio. Sin embargo,
el gesto de paz de la guerrilla contrasta con la decisión del Gobierno de
mantener las hostilidades.
Treguas del
Gobierno reportan cero días
Durante
las cinco declaratorias de cese al fuego de las FARC, el Estado colombiano ha sostenido
los ataques contra la guerrilla. En la última tregua, cuyo carácter es indefinido,
este comportamiento ha traído muertes y puesto en riesgo su continuidad: “el Frente Amplio ha obtenido evidencias que
la ofensiva militar de la fuerza pública no ha cesado, produciendo varios
enfrentamientos con las estructuras guerrilleras, lo que según aseveraciones de
las FARC-EP, ha ocasionado victimas en ambas partes”. La población civil
también es sacrificada por la respuesta guerrerista del Gobierno: “En igual sentido, comunidades en varios
departamentos del país, han denunciado que ha sido afectada la población civil
por la fuerza pública como consecuencia de acciones operativas ofensivas contra
las estructuras guerrilleras”.
Provocar acciones
defensivas afecta a la comunidad
Aunque
informes como el de la CERAC (Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos)
detalla 28 acciones violentas distribuidas en 13 departamentos, este organismo también
afirma que las acciones no son atribuibles a las FARC: “Muchas de estas acciones ocurrieron en áreas de presencia conjunta del
ELN, las FARC y delincuencia común, por lo cual es imposible contar con información
suficiente para establecer la atribución” (ver informe).
Se
comprueba entonces que las acciones de las FARC han sido de carácter defensivo,
en respuesta a provocaciones militares del Gobierno que afectan a la población civil: “algunas acciones defensivas de
las FARC-EP, también han ocasionado algún nivel de presión y afectación a las
comunidades, en especial en materia de prohibición de transito por algunos
sectores donde se encuentran ubicadas las estructuras guerrilleras y también
por la continuación de los campos minados”. En este sentido la exigencia de la comunidad,
detalla el informe del Frente Amplio, es que el Gobierno ponga fin a las
hostilidades: “las comunidades han
exigido que se adelante lo más pronto posible un cese bilateral, que posibilite
la superación de estas situaciones”.
Beneficios de la
tregua unilateral
El
Frente Amplio escuchó a comunidades de varias regiones que durante décadas han
padecido los efectos directos de la guerra. Los testimonios no pueden ser más que positivos, en tanto que salvaguardar
la vida ha sido el “más importante de los
beneficios vividos en estos 65 días, pues la ausencia de la confrontación
armada en los territorios ha disminuido principalmente el aumento de heridos,
muertos y desplazamiento forzado; rompiendo la cadena de dolor, violencia,
pobreza y miseria que por años ha dejado la guerra en las comunidades”.
La
CERAC igualmente detalla la importancia de la tregua unilateral al afirmar que “gracias a la reducción total de las
acciones ofensivas de las FARC, la violencia de conflicto, medida por acciones
unilaterales, combates y víctimas civiles y de la Fuerza Pública, está en
mínimos históricos, de acuerdo con los registros de CERAC desde 1984” (ver informe), año en que Gobierno y FARC firmaron los “Acuerdos de la Uribe”, los
cuales incluían el cese al fuego bilateral que se prolongaría por dos años y
cinco meses.
El
conflicto colombiano no solo puede observase dentro del marco de la
confrontación armada entre Fuerza Pública e insurgencia. Además de las causas
sociales y políticas que originaron los alzamientos armados en el país, paralelo
a ello una política de exterminio y amedrentamiento arrecia contra las
organizaciones sociales y la oposición política que hoy exige el cese bilateral
al fuego y la paz con justicia social.
Detalla
el informe que durante el último mes de la tregua, 20 de enero a 20 de febrero,
amenazas, asesinatos, desapariciones, montajes judiciales, ejecuciones
extrajudiciales y un número considerable de violaciones a los derechos humanos
han sido denunciados por diferentes organizaciones. “En el segundo mes desde que las FARC-EP iniciaran el cese de fuego hay
que señalar con preocupación el incremento de amenazas y ataques contra
defensores de derechos humanos, reclamantes de tierras, docentes o periodistas”
(ver caso por caso). Entre los responsables se encuentran, según la agresión, paramilitares
y Fuerza Pública (ver anexo del informe); y de manera puntual también se
responsabiliza a la política penitenciaria del Gobierno por dos prisioneros
políticos de las FARC que murieron producto de la negligencia del INPEC (Instituto
Nacional Penitenciario y Carcelario).
La voz de las
comunidades decide parar la guerra
“Millones
de veedores y veedoras por la Paz de Colombia” es la campaña adelantada por el
Frente Amplio para fortalecer la veeduría a la tregua de las FARC. De esta
manera es la comunidad quien retoma la palabra para dar testimonio de la
importancia de esta decisión política y humanitaria de la guerrilla. Pero contrario
a esta decisión de la insurgencia, lamentablemente el Gobierno prefiere los
cementerios y no la vida. Porque en su lógica no importa cuántos soldados deban
morir para dar de baja a un comandante guerrillero que permita al Presidente,
con las manos untadas de sangre, rendir culto a la muerte en rueda de prensa.
Por
ello el cese bilateral al fuego es la consigna de millones de veedores y veedoras
por la paz en Colombia que junto al Frente Amplio buscan frenar la guerra como
condición humanitaria. Ha sido esta presión lo que conllevó a que el Estado hoy
contemple la posibilidad declarar un cese de hostilidades.
Sin
embargo, es claro que para el Gobierno prima más el show mediático, la
propaganda de guerra que engaña y presume de obtener resultados a través de la
muerte, que la vida e integridad humana. Serán entonces los millones de veedores
y veedoras por la paz en Colombia quienes obliguen al cese bilateral al fuego,
como una medida que facilite el camino hacia el fin de la guerra a través del
logro de la paz con justicia social para el pueblo colombiano.
Ver también:
- 4to informe del Frente Amplio dice que tregua de las Farc ha evitado 160 muertes de militares
- 3er Informe del Frente Amplio recomienda cesar los bombardeos contra el ELN
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- 4to informe del Frente Amplio dice que tregua de las Farc ha evitado 160 muertes de militares
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