Se espera que esta vez los caleños se unan, organicen y se movilicen en defensa de EMCALI, empresa ésta que debe ser fortalecida a toda costa y preservada del afán de los depredadores del patrimonio público que identifican la gestión y ejercicio de la función pública con el denominado Estado contratista.
2015/ Junio 30/ Veeduría/ Por: Luz Betty Jiménez y Pablo Borrero
Veeduría
Ciudadana por la Democracia y la Convivencia Social
El
ex gerente de EMCALI prendió las alarmas presentando renuncia de su cargo y
develando una serie de hechos que denotan su inconformidad con la imposición de
ciertas medidas que a su juicio vulneran el patrimonio de la empresa y la
colocan en riesgo de ser intervenida por el gobierno nacional con fines
liquidatarios.
Las diferencias
jurídicas, técnicas, administrativas y hasta personales suscitadas entre el
alcalde y el ex gerente de EMCALI, reflejan la lucha competitiva por el control
y el manejo del conjunto de la contratación de la empresa al
igual que el control, administración y operación de los servicios públicos. De
esta manera quienes siempre la han dirigido y administrado tendrán asegurados
sus derechos a continuar usufructuando de las mieles del poder que les ofrece
EMCALI.
La
renuncia del exgerente de EMCALI coincide con el segundo aniversario de la devolución
de la empresa por la Superintendencia de Servicios Públicos a la ciudad, manteniéndose en este período los mismos
problemas relacionados con la operación y prestación de los servicios, aumento
de la pérdida de agua tratada y de clientes en telecomunicaciones, demoras
en reparar e instalar servicios, dependencia de los generadores de energía y/o
de la bolsa para la adquisición de la misma, etc., dejando en claro el poco
interés de la administración en optimizar la parte operativa, al igual que la
abultada nómina paralela o tercerización que dobla el total de empleados
contratados directamente por la empresa; los contratos de consultoría y la
inexistencia frecuente de insumos necesarios para la adecuada prestación de los
servicios públicos, lo que amerita adelantar una investigación disciplinaria y
fiscal.
En
cuanto a las inversiones realizadas en telecomunicaciones para el cable
submarino los órganos de control institucional y el control social ciudadano
deben evaluar el costo beneficio que ellas traerán para EMCALI ya que serán los inversionistas privados de la
competencia quienes mayores beneficios recibirán de dicha tecnología al poder
utilizarla a cambio del pago de peajes como se hace con las redes de otros
servicios de propiedad de la empresa.
La
modificación mediante otro sí al contrato con Level 3 para adicionar su costo,
el propósito de terminar el contrato del alumbrado público y la decisión de
entregar a empresarios privados el componente de Telecomunicaciones a través de
la figura de alianza estratégica o de concesión, etc., con plazos largos que
varían entre los 15 y 20 años y que en la ejecución de los mismos se introducen
modificaciones para ampliar el término sin recurrir a licitaciones públicas, hace
que el mandatario local ad portas de la terminación de su mandato, se decida intervenir
directamente o por interpuesta persona, tal como sería el caso de su subalterno
el gerente de EMCALI en la tarea
inaplazable de asegurar la continuidad del poder de contratación en favor de los
grupos económicos y políticos que representa en el gobierno municipal.
En
tanto el alcalde Guerrero entre sorprendido y confeso afirma en tono conciliador
que está dispuesto a llegar a un acuerdo en el caso del pago de los diez mil
millones de pesos que la municipalidad le adeuda a MEGAPROYECTOS, empresa a la
cual se pretende despojar del contrato
del alumbrado público en la ciudad para luego entregárselo a otro contratista
privado en la idea de que es mejor que los particulares manejen el negocio ya
que las empresas del Estado son inoperantes e ineficaces, cuando de lo que
se trata es de fortalecer operativa,
financiera, tecnológica y administrativamente a EMCALI para evitar despojarla
de las funciones propias de su objeto social reduciéndola a su mínima
expresión, con la única función de cobradora y facturadora en favor de terceros
y encareciendo más los servicios a los usuarios.
Así
mismo el alcalde Guerrero ha manifestado que aspira a llegar a un acuerdo con
el alcalde electo, seguramente con el fin de garantizar la continuidad de las
políticas y de los contratos privilegiados por esta administración.
A
propósito de la campaña electoral se impone la necesidad de realizar con los
candidatos un gran debate público en el seno de las organizaciones sociales y
del propio Concejo Municipal en torno al manejo de la contratación y de los
compromisos adquiridos por el alcalde Guerrero, quien además de su obligación
de rendir cuentas a los ciudadanos debe responder por su gestión al frente de
la alcaldía, al tenor de los principios que rigen el ejercicio de la función
pública y el cumplimiento de los fines del Estado Social de Derecho.
Se
espera que esta vez los caleños se unan, organicen y se movilicen en defensa de
EMCALI, empresa ésta que debe ser fortalecida a toda costa y preservada del
afán de los depredadores del patrimonio público que identifican la gestión y
ejercicio de la función pública con el denominado Estado contratista.
En
todo caso la problemática de EMCALI no
puede tratarse como un asunto mediático ni reducirse a una simple controversia
entre funcionarios públicos, estando de por medio el futuro de la empresa y de
los servicios públicos en interés de toda la comunidad caleña.
Luz Betty Jiménez
De Borrero y Pablo A. Borrero V.
Cali,
Junio 27 de 2015
El Control
Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable
para el
Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social
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