Las entidades que participan en la veeduría señalan que el mes analizado ha sido “el menos violento de los últimos 40 años en Colombia”, habiendo “dos días en los que no se registró ninguna sola actividad, ni ofensiva ni defensiva por parte del ejército o de las FARC-EP, lo que demuestra que “es posible un desescalamiento de las partes”.
2015/ Agosto 28/ Cese al Fuego/ Por: Silvia Arjona
PRIMER INFORME CONJUNTO: Las FARC-EP cumplen el cese al fuego prometido en el último
mes [Descargar informe]
CONSTITUYENTES
POR LA PAZ / 26.08.2015
Fotos
y reportaje Silvia Arjona
El
cumplimiento de cesar el fuego unilateral acordado por las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), que se comprende
entre el 20 de julio y el 20 de agosto del presente año, “se ha cumplido en un
alto porcentaje”, según el informe “Se debe acelerar el desescalamiento”,
realizado por la veeduría para vigilar dicho cumplimiento del cese al fuego
unilateral e integrada por Constituyentes por la Paz, el Frente Amplio por la Paz
y algunas iglesias representadas como la Lutherana, la Menonita, la
Presbiteriana, la Asociación Cristiana Menonita para la Justicia, Paz y Acción
No Violenta -Justapaz- y el Consejo Evangélico de Colombia -Cedecol-, entre
otras.
Éste
ha sido un trabajo conjunto y unitario entre las distintas organizaciones donde
la participación de las comunidades locales en las diferentes regiones del país
ha sido sumamente importante como fuente primaria de la información recogida.
En
esa vía el vocero de Constituyentes por la Paz, Andrés Gil, señala que éste
ejercicio con las regiones genera dinámicas de participación popular en
construcción de un país en Paz.
El
documento analiza el cumplimiento de las partes sentadas en la mesa de diálogos
de paz en La Habana para poner en marcha un proceso de desescalamiento de las
acciones militares y de mantener la suspensión unilateral de todo tipo de
hechos ofensivos; aunque se han recogido denuncias de bombardeos y se ha
producido la muerte de un soldado en combate y el asesinato de un líder social
afro en el suroccidente del país.
Aun
así, las entidades que han participado en esta veeduría señalan que este mes
analizado ha sido “el menos violento de los últimos 40 años en Colombia”
habiendo “dos días en los que no se registró ninguna sola actividad, ni
ofensiva ni defensiva, por parte del ejército o de las FARC-EP, lo que
demuestra que “es posible un desescalamiento de las partes (Gobierno y
FARC-EP)”.
El
documento contempla dos partes: una primera referida al cumplimiento del cese
unilateral al fuego, por parte de las FARC-EP y la reciprocidad de las acciones
en el desescalamiento del Gobierno, “donde sentimos que hay un cumplimiento
parcial”, se especificaba en la presentación del informe; y un segundo punto
referente a Derechos Humanos, a la violación del Derechos Internacional
Humanitario y sobre el paramilitarismo.
Algunos
detalles que se recogen del primer punto explican que “las FARC-EP han cumplido
en un alto porcentaje el cese unilateral al fuego, frenando sus acciones contra
la Fuerza Pública, contra las infraestructuras económicas y contra las
instalaciones militares o civiles del Estado colombiano en los centros
poblados. Este cumplimiento no ha estado exento de denuncias de supuestos
incumplimientos por parte de las FARC-EP, aunque en menor número que en otras
ocasiones”. Por su parte, “el Gobierno ha dado aplicación en un buen porcentaje
a su decisión de desescalamiento del conflicto al parar el uso de bombardeos
contra las fuerzas de las FARC-EP y sus campamentos, aunque se han conocido
seis denuncias de bombardeos”.
La
segunda parte del informe muestra las continuas amenazas a integrantes de
movimientos sociales y políticos, así como a quienes trabajan en la defensa de
los derechos humanos. La representante a la Cámara, Ángela María Robledo,
explicó no entender cómo se desescala el conflicto si por el contrario, se
escala la estigmatización contra movimientos sociales y defensores y defensoras
de derechos humanos. Y es que hay que señalar los ataques a miembros de la
Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular realizados a finales de julio o lo
ocurrido a los 13 jóvenes del Congreso de los Pueblos detenidos arbitrariamente
y acusados de ser integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), entre
otros casos. Por ello, ha reiterado que “es fundamental esta veeduría social
para dar lugar a un futuro cese bilateral al fuego”.
Y
de eso es lo que se trata, de que las partes negociadoras en La Habana cesen
definitivamente las acciones violentas, complementándose así la teoría
redactada en Cuba con la práctica diaria en Colombia. Además, es importante que
el ELN se siente también en la mesa de negociación, algo que, aunque aún no
materializado, parece que muestra interés tras el comunicado de apoyo al
Encuentro Nacional por la Paz, celebrado el 24 y 25 de julio en Bogotá, así
como por sumarse en el proceso de paz y en la “disminución drástica de sus
acciones en el conflicto”, según ha asegurado Robledo.
Estrategia
para “torpedear” la paz
El
Senador Iván Cepeda, presente en el acto de presentación del trabajo de
veeduría, se ha mostrado satisfecho con los datos de este sexto informe, así
como el trabajo unitario entre las partes integrantes. En su intervención ha
resaltado estar preocupado por “la crisis humanitaria” que se está presentando
en la frontera con Venezuela, para lo que ha solicitado que se resuelva cuanto
antes respetando los derechos humanos. Ha hecho un llamamiento a los medios de comunicación
y a quienes, según él, “insisten en debilitar el rol de Venezuela” como país
garante y facilitador, no sólo con el proceso de paz con las FARC sino también
con el ELN. “Bajo ninguna circunstancia creemos que ese rol se deba desconocer
y atacar. Venezuela ha cumplido un papel fundamental con estas dos
organizaciones insurgentes y creemos que se debe mantener como algo fundamental
para llegar a la paz en Colombia”.
Ante
la insistencia de los y las periodistas por la situación en la frontera con el país
vecino, Robledo cree que existe una estrategia compleja para “torpedear el
proceso de paz y socavar lo que se ha venido avanzando”, especialmente por lo
que se está contando y ante el proceso electoral que está viviendo el país.
“En
la frontera con Venezuela y otras de Latinoamérica es donde actúa el
paramilitarismo, éste se ha transnacionalizado al igual que lo hizo el
narcotráfico -ha dicho Cepeda-, y sobre esto nos llama la atención que no hay
ni una sola palabra del gobierno ni de las autoridades, por lo que es
fundamental que se avance en el asunto de cómo eliminar el paramilitarismo como
un factor del cese bilateral y definitivo de hostilidad”, ha concluido.
El
trabajo continua
A
partir de este informe, el Frente Amplio, Constituyentes por la Paz y las
Iglesias representadas seguirán trabajando como hasta ahora “en la vigilancia
del cumplimiento con el cese al fuego por el bien del pueblo colombiano, en el
acompañamiento a las comunidades para la notificación de lo que sucede en el
conflicto y en la búsqueda de una paz mucho más robusta y fuerte”, añadía
Andrés Gil.
No
se quieren más muerte ni más destrucción. La sociedad colombiana persigue la
paz por todos los rincones y no se cansará en trabajar para lograrla. Desde las
regiones, donde la participación para este trabajo ha sido y es muy importante,
hasta las ciudades más pobladas se trabaja de manera conjunta para conseguir,
de una vez y para siembre, la paz con justicia social tan anheladas.
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