El 22 de septiembre del año 2005 fue el día en que el estudiante de quinto semestre de química de la Universidad del Valle Johnny Silva Aranguren, murió luego de que, según varios testigos, un agente del Esmad le disparara. Hoy 10 años después, su padre Wilman Silva asegura que la justicia en Colombia no ha hecho nada por castigar a los responsables de este hecho.
Ha sido tal la impunidad que el caso ha pasado por las manos de 14 fiscales y todavía se encuentra en etapa preliminar.
Por
su parte el abogado del caso, Jorge Molano, exigió la renuncia del comandante
del ESMAD a nivel nacional quién el día de los hechos se encontraba a cargo de
los agentes que ingresaron sin autorización a las instalaciones de la
universidad.
Los
familiares y amigos de Jhonny Silva esperan que la Comisión Interamericana de
derechos humanos se encargue de llevar este caso, ya que en Colombia la
justicia parece alejarse cada vez más.
2015/
Septiembre 22/ Derechos Humanos/ Por: PaZífico Noticias
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