El Gobierno aseguró que después de firmado el acuerdo final, no se reabrirán casos judiciales, tal como sí está ocurriendo, varias décadas después, con el proceso de paz alcanzado con el M-19, algo que llena de incertidumbre los actuales diálogos de paz.
2015/ Noviembre 11/ Por: APA (Alianza Colombiana de Prensa Alternativa)
Día movido en el ciclo 43 de la mesa de diálogos en La Habana. Tanto Gobierno como insurgencia brindaron declaraciones a la prensa. Primero hablaron las FARC, presentando propuestas para el fin del conflicto y su paso a movimiento político. Luego habló el Gobierno en defensa del Plebiscito para la paz.
A su paso por el micrófono, la
insurgencia, que reclama participación directa en varios escenarios políticos,
afirmó que deben proporcionarse “diseños institucionales, constitucionales y
legales, que posibiliten la participación inmediata en el poder legislativo
mediante asignación directa de curules al Senado de la República, a la Cámara
de Representantes y otras instancias de representación popular”, expresó Benkos
Biojó, integrante del grupo guerrillero.
Luego habló el Gobierno. Su meta,
defender el Plebiscito para la paz como mecanismo de refrendación de los acuerdos
en La Habana.
“El plebiscito, como existe en la actualidad,
exige un umbral desmesurado, contrario a la tradición colombiana en materia de
participación. No es realista exigir una mayoría de todo el censo electoral. Es
decir, en la historia de Colombia no ha
sido posible llegar casi a los diez y siete millones de votos que se requeriría
según la legislación actual”, dijo a la prensa Humberto de la Calle, jefe de la
delegación del Gobierno.
Frente al tema aún no existe
conciliación. La insurgencia en repetidas ocasiones ha manifestado que el
mecanismo de refrendación debe ser una Asamblea Nacional Constituyente, al
tiempo que ha criticado la propuesta del Plebiscito para la paz, tal como lo expresara
el 9 de noviembre Iván Márquez, jefe de la delegación de las FARC:
“¿Qué objeto tiene
gastarle tiempo a un proyecto de plebiscito que, por una parte, no ha sido
consensuado en la mesa de La Habana, y que por otra, se sabe anticipadamente
que la limitación de su alcance jurídico le impide aprobar ‘disposiciones y
temas necesarios, para la implementación de un acuerdo final’?”
Finalmente, el Gobierno
cerró la mañana asegurando que después de firmado el acuerdo final, no se reabrirán
casos judiciales, tal como sí está ocurriendo, varias décadas después, con el
proceso de paz alcanzado con el M-19, algo que llena de incertidumbre los
actuales diálogos de paz.
“No es conveniente que
una vez terminado el proceso de paz, puedan reabrirse los juicios contra los
responsables. En ninguna circunstancia debe ocurrir esto. La palabra del Estado
tiene que ser sagrada”, concluyó Humberto de la Calle.
La Habana, Cuba
APA – Alianza Colombiana
de Prensa Alternativa
Prensa Rural/ REMA-ACPP/ REMAP
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