La estrategia consistió en cambiar el objeto legal del fondo ganadero que era el de fomento de la ganadería, por el de adquirir tierras baratas compradas a campesinos que estaban bajo presión de los paramilitares.
2016/
Enero 26/ Paramilitarismo/ Por: Noticias Uno
El
mayor accionista del Fondo Ganadero de Córdoba Benito Molina Velarde,
miembro de su junta directiva en la época en que el clan Castaño Gil
despojaba de sus tierras a los campesinos, está condenado a 16 años y 8 meses
de prisión por esos hechos y a pagar una multa de quince mil millones de pesos
para reparar a sus víctimas. Se encuentra en la Picota hace un año.
Molina
y su esposa María Cristina Buelvas que también es accionista importante del
Fondo, adquirieron en 2005 el 20.31% de su propiedad. Esta pareja posee las
sociedades BMV Ltda., y CBM Ltda. Las cuales son también accionistas del Fondo.
Molina
fue condenado junto a Sor Teresa Gómez, cuñada del clan Castaño, en octubre
pasado tras aceptar responsabilidad en la estrategia trazada para intimidar
campesinos.
Otro
gran accionista del Fondo Ganadero de Córdoba, de acuerdo a documentos
oficiales, es el empresario Luis Gallo Restrepo con 3 millones 700 mil
acciones. El condenado exgerente del Fondo Ganadero de Córdoba Benito Osorio
confesó
La
estrategia planeada por Gallo Restrepo consistió en cambiar el objeto
legal del fondo ganadero que era el de fomento de la ganadería, por el
de adquirir tierras baratas compradas a campesinos que estaban bajo presión de
los paramilitares para luego liquidar el fondo y repartirse las tierras.
Un
tercer accionista de más de tres millones de acciones es Carlos Sotomayor Hodeg.
Este fue representante del propio Ministerio de Agricultura en el Fondo,
en 1997, cuando se compraron fraudulentamente la mayor parte de las tierras de Urabá
y era el gerente del mismo cuando fue capturado en febrero de 2014 junto a
Molina y a Gallo.
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