La falta de una ley que reglamente la implementación del Decreto 2467, estaría entregando el comercio de la marihuana a empresas transnacionales, las cuales gozarían de un mercado con ganancias cercanas a dos mil millones de dólares por año.
Por: Alexander Escobar
FIPU PRESS
Solo vacas comiendo pasto se ven ahora cerca al
puesto de policía de Toribío, municipio ubicado al norte del departamento del
Cauca que fue escenario de la guerra entre el Gobierno colombiano y la
guerrilla de las FARC. Sin embargo, esto
no significa que los problemas sociales hayan culminado. La falta de garantías
para subsistir de una economía agrícola, llevaron a que parte de sus habitantes
hoy vivan de los cultivos de uso ilícito.
Buscando soluciones
a esta problemática, 300 agricultores de
marihuana, de los cerca cuatro mil que existen en el municipio, conformaron
Caucannabis, una cooperativa enfocada al uso medicinal e industrial de esta
planta. Para conocer su trabajo hablamos con Carlos Vitonás, representante
legal de Caucannabis.
“En la sustitución de cultivos, la propuesta
de nosotros es dar otro uso: el uso medicinal y el uso industrial, que son como
las alternativas para buscar la sustitución de cultivos”, afirmó Vitonás,
enumerando algunos de los productos que están produciendo:
“En este momento nosotros sacamos resinas, sacamos pomadas, sacamos tinturas, sacamos aceites, hacemos cremas, hacemos geles, y así sucesivamente estamos investigando, estamos avanzando, haciendo más investigación para sacar más productos”.
A finales de 2015
Colombia aprobó el Decreto 2467 que permite sembrar marihuana para uso
medicinal y científico. Pero la falta de una ley que reglamente su
implementación, estaría entregando el
comercio de la marihuana a empresas transnacionales, las cuales gozarían de
un mercado con ganancias cercanas a dos
mil millones de dólares por año.
Caucanabis lucha
para que las licencias para cultivo y comercialización de la marihuana queden
en manos de quienes han padecido la guerra y falta de inversión social del
Estado.
“Necesitamos
que el Gobierno nos reconozca y que tenga mucha voluntad política frente a
estas licencias, y el reconocimiento a nosotros como indígenas, como
cultivadores para entrar a este proceso. Al obtener la licencia el mercadeo
sería más fácil, ya no nos pondrían tanto problema. También el desarrollo de la
comunidad va a ser muy justa. Ya no vamos a ser ilegales, vamos a ser legales”.
Durante muchos años
estos cultivadores, injustamente, han sido perseguidos por la Fuerza Pública
acusados de ser narcotraficantes y guerrilleros, sabiendo que solo son comunidades
que buscan un modo de subsistencia en medio de la guerra y abandono
estatal.
Hoy que Colombia
llegó a un acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC, esperan que la
implementación de lo acordado reconozca su trabajo y no entregue la soberanía
del país a corporaciones transnacionales.
“Después de la firma de paz, a nosotros nos beneficia es la implementación del Estado, que nos reconozca: que nosotros realmente sí vivimos de estos cultivos. Ahora, en estos momentos, estamos es buscando la medicina y le vamos a producir es salud”, concluyó el representante de Caucanabis.
“Después de la firma de paz, a nosotros nos beneficia es la implementación del Estado, que nos reconozca: que nosotros realmente sí vivimos de estos cultivos. Ahora, en estos momentos, estamos es buscando la medicina y le vamos a producir es salud”, concluyó el representante de Caucanabis.
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