El 20 de marzo de 2017 el río Nima aumentó su caudal provocando una avalancha que afectó los corregimientos Tenjo y Tienda Nueva de Palmira, algo que algunos relacionan con la siembra de pino y eucalipto que adelanta la multinacional Smurfit Kappa Cartón de Colombia en las montañas de este municipio del Valle del Cauca.
Para
profundizar sobre el tema, con las cámaras de REMAP viajamos hasta Tenjo acompañando
una comisión de la Pastoral Social de Palmira. En el lugar dialogamos con sus
pobladores y esto fue lo que nos contaron.
“Lo que siembra Cartón de Colombia afecta
mucho al río porque se merma el agua, primeramente, y luego se vienen las
lluvias y se forman tupias con los residuos que dejan los ‘cartones’ de
Colombia. Es decir, los árboles que trozan no los separan del lado de la
quebrada”, explica Carmelina Martínez, líder de la asociación campesina
Agroperpetua.
Y
en efecto, el agua disminuye porque los árboles de pino y eucalipto son
especies foráneas que consumen más agua que los árboles nativos. Y cuando son talados, se presenta otro
problema: el agua de lluvia no encuentra vegetación que la absorba y cae a los
ríos llevando barro y restos de los árboles cortados por Cartón de Colombia
que terminan provocando represamiento y avalanchas.
Pero
esto no es todo. REMAP también logró constatar que Cartón de Colombia viola el Decreto 1449 de 1977, emitido por el
Ministerio de Agricultura, que obliga a no sembrar en un margen inferior a 30
metros del cauce de ríos, quebradas, arroyos, lagos o depósitos de agua.
Miller Velasco, Autoridad Mayor del Cabildo Indígena Agua Azul, denuncia que esto sucede sin que las autoridades tomen medidas al respecto, porque “no ha habido un acompañamiento de los entes que hacen la protección del medio ambiente, como la CVC. En la reglamentación, en la ley, está la protección de por lo menos 30 metros a la redonda de los bosques y esto no se está cumpliendo, la deforestación va hasta el pie del río”.
Según
las imágenes que registramos, hasta los humedales están condenados a
muerte por esta multinacional, que extendiendo el monocultivo de pino y eucalipto acaba con la diversidad de fauna y
flora de la zona, y desplaza cultivos básicos para la subsistencia de la región.
“Nosotros
como organización en la parte alta de la cuenca exigimos que se respeten las
leyes y que se respeten esos espacios para la conservación de los bosques
nativos. No se puede seguir sembrando
pino y eucalipto en los nacimientos de agua, en los humedales. Que se
recuperen estos espacios y que Cartón de Colombia logre hacer una inversión
social y ambiental en este territorio”, agrega Velasco.
El
daño ambiental provocado por Cartón de Colombia en Palmira requiere soluciones
a corto y largo plazo que implican devolver o dar tierra a las comunidades.
Para el ingeniero ambiental Camilo López, el Acuerdo de Paz firmado entre el Gobierno
y las FARC, brinda algunas opciones que permiten abordar la problemática.
“Una
de las alternativas que tiene la alcaldía y la institucionalidad es hacer uso de los acuerdos de la Mesa de
diálogo de La Habana, especialmente el punto uno sobre reforma rural integral”,
recomienda el ingeniero, planteando que deben tomarse tres acciones inmediatas:
- 1. Limitar la zona en la que se hacer extracción forestal
- 2. Reempoderar a los campesinos del territorio
- 3. Sustituir los cultivos forestales de eucalipto y pino por otro tipo de cultivos amigables con el medio ambiente
Estas
acciones se harían “entendiendo que debe haber un proceso de que el campesino vuelva a las regiones, y
que las personas que actualmente son asalariadas puedan volver a recuperar la
propiedad de sus parcelas y producir alimentos, y producir también otro
tipo de plantaciones, pero que sean bajo esquemas compatibles con la
conservación de la Naturaleza”, concluye López.
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