Con
mucha preocupación las comunidades indígenas y campesinas de la zona rural de los municipios de Pradera y Palmira en el Valle del Cauca, han denunciado, en las últimas semanas, presencia de grupos armados en su territorio, según algunos testimonios se trata de paramilitares de las “Autodefensas Gaitanistas de
Colombia”.
Las denuncias de la comunidad tuvieron lugar durante un Consejo Municipal de Desarrollo Rural y en presencia del alcalde del municipio de Pradera Henry Devia, además fueron
llevadas hasta instancias nacionales. Al respecto, el
alcalde de Pradera señaló en los medios de comunicación que el señalamiento lo hizo
"un integrante de un resguardo
indígena, porque hay preocupación en razón de que han visto presencia de
personal armado que no corresponde ni a las Fuerzas Militares ni a la
guerrilla. Dicen que son de las 'fuerzas gaitanistas', lo que implica que a
través del Gobierno departamental y el Gobierno Nacional se tomen las medidas para
que haya tranquilidad, máxime cuando el municipio de Pradera es una de las
zonas priorizadas en el tema de los acuerdos con la guerrilla”.
Las acusaciones han sido realizadas
por campesinos e indígenas de las veredas La Fría y El Arenillo y llegaron hasta
la Secretaria Departamental de Seguridad, Noralba García, quien puso en
conocimiento de mandos militares la situación manifestada en un reciente
consejo municipal de seguridad rural.
También en otras zonas del país
como Antioquia, Nariño y Chocó han denunciando la presencia de este
grupo paramilitar autodenominado “Autodefensas Gaitanistas”, quienes están amenazando a
líderes sociales, generado alerta en la Defensoría del Pueblo y en
organizaciones defensoras de derechos humanos.
Representantes de diversos estamentos como la
Organización de Estados Americanos, la Unidad Nacional de Víctimas, la Mesa Municipal
de Víctimas de Pradera, el Secretariado de Pastoral Social de la Diócesis de
Palmira y líderes sociales de la zona, se han reunido para recoger estas
inquietudes y buscar las rutas a seguir para hacer acompañamiento a la
comunidad, quienes están en un proceso de reparación como víctimas del
paramilitarismo en los años noventa.
En estos espacios la comunidad ha manifestado
que siente temor por la presencia de un nuevo actor armado en su territorio. En
la memoria de los habitantes todavía está latente la época de terror que vivieron
con la presencia de paramilitares en su territorio.
Es importante recordar que en el año de 1999
paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), comandadas por los hermanos Castaño, conformaron el bloque Calima en el Valle del Cauca, llegando a contar con seis frentes. Uno de ellos se denominó “Frente La
Buitrera”, ya que el centro de operaciones de este grupo fue instalado en el
corregimiento La Buitrera de Palmira, allí constituyeron el tristemente reconocido “Chalet de la muerte”. luego de haberse apropiado de la finca La Esmeralda,
donde cientos de personas fueron torturadas, asesinadas y desaparecidas. Luego
de asesinarlas, sus víctimas fueron enterradas en fosas comunes.
Para la comunidad es preocupante que en pleno
proceso de reconocimiento y reparación como víctimas del paramilitarismo
aparezca un nuevo actor armado a causar terror en su territorio. La experiencia
vivida ha dejado desconfianza frente a los organismo locales que deberían defender
los derechos de la población, pero que en muchos casos se han hecho los sordos
ante los llamados de la comunidad, por esto solicitan el acompañamiento
departamental, nacional e internacional ante esta nueva amenaza que se cierne
en su territorio.
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.