El 31 de julio de 1999 los paramilitares del Bloque Calima de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) cometieron, oficialmente, su primera masacre en el departamento del Valle del Cauca. La masacre tuvo lugar en el corregimiento La Moralia de Tuluá.
Después
de 18 años, ningún sector de la economía ha sido condenado por financiar el paramilitarismo
en el Valle del Cauca. Casos como el del Ingenio San Carlos que, según testimonios
de exparamilitares, aportaba 20 millones de pesos para sus actividades
criminales, permanece en la impunidad.
Por fortuna, el campesinado no olvida a sus víctimas y cada año exige justicia y conmemora el Día de las víctimas del paramilitarismo en el Valle del Cauca. El acto se realiza anualmente bajo el nombre de ‘Memoria y dignidad campesina’. [Ver Fotos]
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