Enorme preocupación y rechazo provocaron las declaraciones de Diego Isaza Zapata, Personero Delegado para los Derechos Humanos de la ciudad de Palmira que participó en la Conmemoración del Día Universal de los Derechos Humanos, realizado el 10 de diciembre en la Cámara de Comercio de este
municipio.
“Y critico cuando se
derogó la Constitución de 1886”, afirmó el funcionario de la Personería, quien rechazó la Constitución de 1991
porque “en su primer artículo, como Estado de Derecho que somos, se quitó el
imperio de toda fuerza y de toda ley del nombre de Dios”.
Las palabras del funcionario generaron rechazo
inmediato, puesto que están en contravía de sus funciones como delegado para
los Derechos Humanos que debe separar
cualquier imposición doctrinal religiosa, independientemente del culto de donde
provenga, de las funciones del Estado, separación que se dio gracias a la
Constitución de 1991.
Pero más
desconcertante resultó cuando el funcionario, sin criterio alguno y sin analizar
y sin estudiar un sinnúmero de guerras, crímenes e injusticias, comprobadas históricamente,
y ocurridas antes de la construcción de los evangelios, afirmara que “la primer
víctima de violación de Derechos Humanos fue Jesús”.
Finalmente, las organizaciones
sociales, defensoras de Derechos Humanos y comunidad que presenció la intervención
del Personero Delegado para los Derechos Humanos, Diego Isaza Zapata, consideraron
que el funcionario “no es garantía para las comunidades que debería defender”, al
punto que muchas personas del público
exigieron su renuncia, y otras lo definieron como “un fascista confeso”.
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.