Por David Escobar
El Observatorio Nacional de Salud, del Instituto
Nacional de Salud de Colombia, publicó en su página web oficial el documento “Estimaciones del modelo de trasmisión de Coronavirus COVID-19 para Cali”. Este documento plantea dos escenarios al día
300 de epidemia por infección por COVID-19.
En el primer escenario, con una cuarentena
implementada entre el 25 de marzo y el 26 de abril, y un 11% de casos
asintomáticos sobre el total de infectados, Cali tendría 1’890.723 personas
contagiadas, de las cuales morirían 19.200. Las camas habilitadas para Unidades
de Cuidados Intensivos (UCI) necesarias en el pico serían 21.357, y el día del
pico sería el 28 de junio de 2020.
En el segundo escenario, con la cuarentena también
hasta el 26 de abril, y un 80% de asintomáticos, habría 378.145 casos
sintomáticos, de los cuales habría 17.769 críticos (en UCI), y 4.319 muertes.
En ambos casos el Observatorio toma como tasa de
letalidad el 1,14%. Sin embargo, según el Boletín Epidemiológico #53, del 1 de mayo
de 2020, de la Alcaldía de Cali, la tasa de letalidad en la ciudad es del
5,59%, es decir 5 veces más letal que la tasa que el Instituto había calculado
para los dos escenarios, lo cual implicaría 5 veces más muertos en ambos casos.
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Infograma Covid en Cali. Fuente: Instituto Nacional de Salud |
Se podría contraargumentar que -en el papel- la
cuarentena se extendió hasta el 25 de mayo, y que por ende las proyecciones
deberían cambiar. La Red de Medios Alternativos y Populares (REMAP) envió desde
el 22 de abril un cuestionario a la Secretaría de Salud de Cali, a través del
comunicador Marcelo Carmona, encargado de las comunicaciones de la Secretaria
Miyerlandi Torres, quien es además prima de la “baronesa de la salud” y exgobernadora, Dilian Francisca Toro. En dicho
cuestionario le preguntamos cuál sería la cifra de contagios y muertes probables
para el escenario actual de prórroga de la cuarentena, cuántas nuevas camas de
UCI se han conseguido, de qué forma se ha ampliado la capacidad hospitalaria de
cara al pico epidemiológico. Todo esto teniendo en cuenta que la ciudad cuenta
apenas con 635 camas de Unidades de Cuidados Intensivos, y que según el informe Cali Como Vamos, de hace dos semanas,
Cali tendría la tasa de contagios de Covid-19 más alta del país, frente a otras
ciudades capitales, así como una letalidad mayor que Bogotá.
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Capacidad instalada para la prestación de servicios de salud en Cali. Fuente Minsalud |
También le preguntamos a la Secretaría de Salud en qué ley o jurisprudencia se fundamentan los comunicados -como el del Hospital Mario Correa-, que le impiden al personal de salud dar declaraciones a medios de comunicación o expresarse en sus redes sociales respecto a las situaciones que se viven al interior de dichos hospitales. Esto sería ilegal, si se tiene en cuenta que los funcionarios y contratistas del sector público están regidos por la Ley de Transparencia (Ley 1712 de 2014).
Hasta la fecha la Secretaría no ha respondido las
preguntas. El comunicador Marcelo Carmona se ha limitado a decirnos que son
preguntas muy técnicas, y que por eso no tienen las respuestas.
Lo cierto es que en este contexto fue peligrosa y
negligente la decisión de reactivar desde la semana pasada las industrias de la
construcción y la manufactura -decisión avalada por Minsalud, ejecutada por el Presidente, pero ordenada por el Consejo Gremial, y acatada por el
Alcalde de Cali-, así como permitir, desde el próximo lunes, la apertura del comercio al por mayor de textiles, muebles, enseres,
calzado, químicos y automotores. En Cali esto implica movilizar alrededor de
cuatrocientas mil personas, que van a exponerse al contagio y a contagiar el
coronavirus.
En el Congreso de la República, la bancada de la oposición hizo una propuesta viable
de garantizar un mínimo vital a los trabajadores, sin embargo el
Gobierno decidió exponer a los obreros a todos los riesgos, con tal de que la
élite no tenga que redistribuir la riqueza acumulada.
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¿Cómo están distribuidos los riesgos de contagio entre
la población trabajadora en el momento de levantar la cuarentena? Número de
empleados a reactivarse oficio según nivel de riesgo de contacto social.
Fuente: Boletín #5 del Centro de Inteligencia Económica y Competitividad (CIEC) de la Alcaldía de Cali. 22 de abril de 2020
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Mientras el Alcalde Jorge Iván Ospina le recomienda al Presidente Duque que no levante la cuarentena, en las calles de Cali se escuchan
vendedores de mango, piña, mazamorra, champús, pollo, aguacate, y megáfonos de
quienes arreglan la olla de presión, ponen soldadura y compran chatarra. En algunos puntos del centro de Cali se ha documentado un casi retorno a la normalidad, y se ha reportado que las normas de distanciamiento social no se están cumpliendo en el transporte masivo.
La decisión del Gobierno de reabrir la economía no
obedece a que disminuyeran los casos, porque todos los días aumentan los
infectados y los muertos. De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de
Salud (Gráfico 1), hasta el 6 de mayo en Cali habían confirmado 895 personas
contagiadas, y hasta el 29 de abril -según el documento “Analisis del comportamiento del personal de salud positivo para COVID-19 en el Municipio de Santiago de Cali”- había 89 casos de personal de salud contagiado de
COVID-19. ¡el 10% de los casos actuales!
Le es difícil al Gobierno disimular su propia
ineptitud, pero se esfuerza a través de un programa de televisión dirigido
diariamente a la nación por todos los canales, en el cual el subpresidente
Duque se promociona como un prócer sanitario. En realidad, todo ese discurso
oficial obedece a la necesidad que tienen los dominantes de elegir en la lucha
contra la pandemia una necropolítica, y así obstaculizar lo menos posible el
funcionamiento de la actividad económica y de sus beneficios, aunque también a
la necesidad de ocultar tanto las consecuencias que esto conlleva, como su
desprecio de clase.
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